Liso, una costumbre bien santafesina

La producción cervecera en la ciudad de Santa Fe comenzó a fines del siglo XIX con la llegada de inmigrantes europeos, fundamentalmente alemanes, que encontraron excelentes condiciones para la fabricación de cerveza. El desarrollo urbanístico de la capital provincial tuvo mucho que ver con este factor, la ciudad crecía por la instalación de fábricas y éstas diversificaron e intensificaron su producción a raíz del crecimiento demográfico.
Para mediados de la década de 1930, la cerveza era un producto instalado en la sociedad santafesina. Una costumbre de aquellos años era culminar las jornadas en los «recreos», patios donde las personas podían llevar su comida y compartir cerveza fresca. En esos mismos espacios es que se popularizó el liso.
Las historias que relatan su origen son variadas. Algunas tienen como principal actor al fundador de la Cervecería Schneider, Otto Schneider y su pequeño hijo; otras están relacionadas con el ritual de servido de esta bebida, y otras, con el aluvión inmigratorio de posguerra y el consiguiente crecimiento de consumidores de cerveza. Más allá de la verdad sobre su origen, esta forma única de servir cerveza de barril se constituyó en un símbolo de la tradición cervecera santafesina.
El liso no es sólo una forma única de beber cerveza sino también de producirla. Es cerveza tirada no pasteurizada: más suave, más fácil de tomar y diferente al chopp. Los maestros cerveceros pedían que el vaso fuera liso, sin rugosidades y de menor tamaño que las jarras (255 cm3). Esto les permitía ver mejor las propiedades de la bebida, y les posibilitaba sentir el sabor sin que se caliente. Aún se continúa sirviendo en vasos de estas características.
El placer de un liso bien tirado es apreciado tanto por los ojos como por el paladar. La espuma justa (dos dedos), la temperatura apropiada y una típica picada, convierten el simple acto de tomar cerveza en un placer digno de los más exigentes paladares. Por todo esto, el liso es patrimonio cultural de los santafesinos y celebramos su día el segundo viernes de diciembre, que este año coincide con el último fin de semana turístico de 2022. Te contamos algunas propuestas para disfrutar en la ciudad de Santa Fe de este invaluable sabor santafesino.
Visita a la planta de la Cervecería
La Cervecería Santa Fe, Calchines 1401, fue fundada en 1912 y actualmente produce diversas marcas entre las que se destacan las locales Santa Fe y Schneider e internacionales como Heineken, Miller e Imperial. Este espacio ofrece visitas guiadas gratuitas a través de reservas al WhatsApp 3426123666. El recorrido incluye la visita a la Casa de la Cerveza, que cuenta el desarrollo del producto en la ciudad y la región a través de un relato histórico que incluye objetos, publicidades, maquinarias y hasta un holograma de Otto relatando anécdotas de la época. Un dato interesante es que el edificio del museo fue la casa de Otto Schneider, por lo que también es en sí mismo un espacio histórico. Luego se recorren algunas áreas de la fábrica como las cocinas y la línea de envasado. El recorrido termina con una degustación en el Patio de la Cervecería, local gastronómico ubicado frente a la Planta que imita los antiguos recreos donde se popularizó el liso. Otro dato imperdible es que que se bebe en el Patio de la Cervecería es llevado hasta los barriles directamente desde la fábrica a través del único cervezoducto de Sudamérica.
Tu foto en el cervezoducto
La fábrica y el local gastronómico están conectados por una cañería aérea de 850 metros de largo que unen los toneles de almacenamiento de la fábrica con las canillas del Patio de la Cervecería. Por allí se transporta directamente el liso desde la fábrica hasta el patio gastronómico y cuenta con un sistema de refrigeración que mantiene las condiciones para garantizar la calidad del producto.
El cervezoducto es un punto panorámico de la ciudad y una obra única en América que materializa una de las tradiciones santafesinas, el liso.
Tradiciones que se renuevan
En esta época del año vuelven a copar la escena gastronómica de la ciudad los patios cerveceros al aire libre y choperías. En Santa Fe existe un circuito de clubes de barrio y vecinales que durante la temporada de verano están habilitados como espacios gastronómicos ideales para degustar lisos y picadas en familia o con amigos. De esta manera la oferta gastronómica de la ciudad se amplía, ya que se suman más opciones a los bares, restaurantes y pubs regulares.
Vale destacar que en Santa Fe Capital funciona el programa «Full Responsable» que fomenta el hábito de designar conductores y conductoras responsables de garantizar el regreso seguro.
En el último fin de semana turístico del año, la oferta de la ciudad de Santa Fe se completa con paseos guiados gratuitos, actividades recreativas al aire libre y una gran agenda cultural con propuestas para todas las edades y públicos.
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