Indignante: pese al caos en el tránsito los controles sólo serán preventivos

Desde este medio en el último tiempo hemos ido dando cuenta y lo seguimos haciendo, respecto a la gran cantidad hechos en materia de tránsito que se fueron dando a lo largo del 2022, una seguidilla importante y sumamente peligrosos, no sólo con accidentes sino también con imprudencias que por la magnitud de las mismas se podría especular con "vista gorda" pero no estamos ahora para hablar sobre especulaciones sino sobre hechos concretos que han involucrado a muchos vehículos y que en determinados casos terminaron con lesionados graves e incluso algunos hasta perdiendo la vida. Se espera que con más de 30 años de gobierno bajo la misma órbita, los resultados sean concretos, con mejoras sensiblemente notorias. Lo que realmente no se espera es un libre albedrío para que todo pueda pasar y que nadie se responsabilice por las situaciones que a diario se dan en la ciudad. 
Ahora al parecer la solución que viene desde los responsables del área de tránsito, es llevar adelante distintos operativos, tal cual se venía requiriendo con anterioridad, pero con la particularidad de que todos éstos no tendrán un carácter represivo o infractorio a quienes incumplen con las normas de tránsito, sino solamente de advertencia. Así lo señaló a CASTELLANOS una fuente de suma confianza dentro del área de Protección Vial y Comunitaria de la ciudad, donde la noticia respecto a estas directivas no terminaron de caer del todo bien ya que entienden que se está desprotegiendo al área con otros fines que no serían justamente los de resolver la problemática en tránsito. 
Lo que se conoce de la campaña actual es gracias a los partes de prensa. Puntualmente desde este medio intentamos contactarnos con el responsable Ejecutivo del área, Jorge Muriel, como así también con Postovit para poder tener de primera mano precisiones al respecto y tener en detalle las labores que se vienen realizando en la temática, aunque desde ambas partes no decidieron concretar las notas oportunas y sobre las cuales nos hubiese gustado poder encarar el informe, aunque la perspectiva seguirá siendo la misma, la necesidad de políticas concretas y no solo en materia de prevención, donde se ha tenido tiempo más que suficiente para poder trabajar al respecto, al punto de poder entregar resultados concretos en esta área, aunque la realidad marca que aún estamos lejos de esto, mientras tanto los accidentes se siguen sucediendo a diario como moneda corriente en la ciudad. 

Alcanza con ¿Quién pierde?

Dicha campaña busca encontrar en el privado, las soluciones que deben llegar por parte del Estado local. No se discute la importancia de la concientización en las empresas, instituciones y demás ámbitos, donde concurre gran número de personas. Desde las áreas Ejecutivas interpretan que en el ida y vuelta al trabajo es donde se llevan adelante la mayor cantidad de accidentes. Parece oportuno poder llevar adelante estas labores junto con el sector privado, pero que puntualmente no son los lugares correctos para desarrollar acciones concretas y que generen grandes cambios, es como si el Estado provincial buscara en los privados la solución para resolver la inseguridad. Son temas que el Estado debe resolver y si no hay capacidad, conducción y voluntad, es muy difícil que se logre. Este tipo de medidas deja al descubierto la incapacidad estatal para resolver un tema tan sensible como el tránsito en la ciudad.  
Por otro lado, si repasamos los grandes accidentes que se fueron dando en el último tiempo, la gran mayoría de ellos, o por lo menos lo más graves son los que ocurrieron en horario nocturno, lamentablemente tres de ellos con víctimas fatales, y muchos otros graves accidentes que no por acciones concretas sino por suerte del destino, no terminaron con lesionados, como el Citroën que terminó incrustado en un árbol en plena Av. Santa Fe o el grave hecho que se dio en los canteros centrales en aquella madrugada de sábado cuando los vecinos disfrutaban de una salida entre amigos y familias cuando un conductor terminó provocando un choque múltiple con autos estacionados, un hecho que pudo resultar peor de lo que en definitiva fue. 
Si con estos ejemplos no basta también se podría destacar el "malón" de motociclistas que todos los fines de semana recorren las calles de la ciudad y no hay operativo que pueda frenar esta total imprudencia, con conductores sin casco o vehículos sin patente, que difícilmente con una "llamada de atención" vayan a bajar sus impericias. Sin dejar de mencionar el sentido de desprotección que se genera en estos casos, donde parece que la calle es tierra de nadie y poco se puede hacer ante este tipo de atropellos. Todos los ejemplos citados fuera de los horarios comunes de trabajo, con lo cual desde el vamos entendemos que la campaña pone el ojo en llegar a una gran cantidad de vecinos, pero sin lograr algún tipo de acción concreta. Mucha publicidad y convenio, pero poca materialización y acción concreta en la calle.
La pregunta que nace obligadamente es "¿quién pierde verdaderamente?", el tránsito, los vecinos, los agentes de protección vial o el Estado con este tipo de acciones. Cabe una reflexión profunda sobre la temática y si es que simplemente con la prevención alcanza para poder empezar a corregir una temática tan compleja, pero entiéndase, hubo sobrado tiempo para poder resolverlo. 

No hay política sin decisión y determinación 

A la hora de analizar lo que ha sido el tránsito en la ciudad debemos aclarar una cosa, todos aquellos que pasaron por el área no han contado con experiencia previa calificada o certificada. Hay una frase muy representativa para este caso y es que "no hay una línea de acción". Todos aquellos que se hicieron cargo del área han trabajado bajo sus perspectivas, todos con sus "libritos", pero nunca hubo una bajada de línea que dé cuenta de un trabajo estructural, apuntalado y sobre el cual se sostengan todas las labores que se realizan, como así tampoco individualidades, no hubo persona calificada para este tema fundamental para el bienestar y la seguridad de la ciudadanía. 
Sin esa estructura de base, todas las acciones que vengan sólo serán un intento desesperado por tratar de llevar una sensación a la población de que se vienen trabajando en el tema, cuando en realidad lo que se está haciendo es tirar manotazos en el oscuro, sin saber a quién se va a golpear o contra qué vamos a chocar nuestra mano en todo caso. Lo que la ciudad necesita son políticas que tiendan a favorecer a quienes tienen todo en regla y no a aquellos que siempre se manejan por el lado incorrecto de las normas, en esto queremos hacer un paréntesis y resaltar la campaña que en su momento supo llevar adelante el secretario Fernando Muriel, con agentes en la vía pública concientizando en el lugar y entregando recompensas a quienes tenían todo en regla, una experiencia dinámica, que más allá de los regalos era una campaña que concretamente llegó al vecino, y no se necesitó de convenio con el sector privado, sino solo saber dónde actuar, que es lo que se necesita en la actualidad ya que el hilo que separa accidente y tragedia es sumamente fino.
Desde Fernando Muriel han tenido responsabilidad de conducir Control Público, Delvis Bodoira, Eduardo López, Amalia Galantti, quien por momentos debió ocuparse de dos cargos Ejecutivos realmente importantes para el desarrollo de las actividades de la ciudad tras la partida de Marcos Corach a la Provincia, teniendo que dar respuestas a la Jefatura de Gabinete y la Secretaría de Gobierno, llegando a este momento a cargo de Jorge Muriel, que desde que asumió en su haber cuenta con sólo una campaña de vinculación institucional, mucha publicidad, y la necesidad de insistir en la prevención. Parece que treinta años para la prevención no fueron suficientes.    

El abandono en el área se constata en los equipamientos

Al margen de las irregularidades en materia de tránsito, también resulta imprescindible una actualización en el equipamiento que necesitan los distintos trabajadores del área para llevar adelante sus labores diarias como por ejemplo impresoras, teléfonos, handys, que si bien todos los agentes cuentan con éstos, la gran mayoría en un estado deplorable. Cómo podemos pretender que el tránsito se ordene si ni siquiera se puede atender a cuestiones básicas de funcionamiento diario. Es sumamente necesario que estos equipos de trabajo cuenten con el equipamiento correcto, se enfoquen en sus tareas y no deban mendigar por la incorporación o reparación de los mismos.  
Esto no es todo, sino también la falta de vehículos acordes a las necesidades es otro tema fundamental sobre el cual el Estado debe dar respuestas de forma inmediata. Agentes del área hicieron llegar a este medio un archivo que cuenta con varias fotografías, donde se da cuenta de las graves falencias de los vehículos que tiene el área para llevar adelante operativos, donde algunos son menores, como pueden llegar a ser la falta de un guiñe o el picaporte en una camioneta, aunque otros revisten de una gravedad mucho mayor, como por ejemplo tener que atar una de las puertas de estos vehículos con un cinturón de seguridad para que la misma no se abra. Si bien los vehículos se los reparan, luego de que el personal insista sobre esto mismo, pero de igual forma son vehículos con un desgaste importante que después de un cierto punto, más allá de las reparaciones quedan obsoletos. De igual forma como se equipa a la GUR, podría llegar a destinarse los mismos fondos para la compra de equipamiento, vehículos y por qué no, mayor cantidad de agentes, con capacitaciones acordes, enfocadas y que los deje listos para asumir ese compromiso tan importante con la ciudadanía.