La inflación sigue haciendo estragos: el pan volverá a aumentar en Rafaela

Los altos niveles de inflación que se registran mes a mes en Argentina siguen afectando a todos los sectores de la economía. Uno de los rubros que lideran la suba de la inflación es el de los alimentos,de los más básicos e indispensables. En el mes de septiembre, la suba de del mismo de del 6,7%, siendo uno de los que más incidió en todas las regiones. En ese marco, un producto que no para de sufrir aumentos es el pan, que en el último tiempo viene incrementando su precios con cada vez mayor frecuencia. Así ocurrió en la jornada de ayer, cuando en Buenos Aires comenzó a venderse entre $ 430 y $ 460 el kilo, con una presión alcista que lo proyecta cerca de los $ 500 para antes de fin de año.
Este panorama negativo también se ve reflejado en Rafaela. Actualmente, en nuestra ciudad el kilo de pan cuesta $ 380, veinte pesos más que hace 15 días atrás, pero menos de lo que pasará costar en los próximos días, cuando se encuentre entre los $ 420 y $ 450, según contó José Luis Angeletti, dueño de la panadería Evamar, en diálogo con Diario CASTELLANOS.
«Este aumento se produce a raíz del tema de harinas, que viene haciendo una escalada de aumentos desde hace más o menos 30/40 días. La bolsa estaba en $ 2.200 y ahora está $ 2.900, entonces, a raíz de que no hay trigo y los que hay son malos, se produce este aumento. Se viene escalonando entre un 5 y 8%», explicó.
Asimismo, los incrementos también tienen que ver con los aumentos en combustible, luz, gas y demás materias primas y servicios. «Es un acumulativo y se hace muy difícil sostenerlo. Con los costos que nosotros tenemos, el precio del kilo de pan tendría que estar rondando los $ 480», contó. En relación a esto, cabe recordar que la semana pasada hubo un nuevo aumento de los combustibles de YPF, lo cual impacta también el sector.
Los aumentos y los precios que se establecen generalmente son determinados por un grupo de panaderos que se reúnen cada vez que se producen incrementos en alguna materia prima y/o servicio, para calcular costos y analizar qué conviene hacer. «Ya la semana pasada teníamos estos incrementos y se decidió postergar esto para ver qué pasaba ahora, pero viendo que sigue igual tuvimos que aumentar», dijo Angeletti.
En ese sentido, indicó que tratan de no aumentar los precios enseguida, sino aguantar y si es necesario ganar un poco menos, «pero tenemos que mantener el negocio con las obligaciones que tenemos que pagar», expresó. A su vez, manifestó que un gran problema es que la gente no tiene un sueldo acorde a la inflación. «Esto hace rato que viene pasando, y con la inflación que tenemos ahora se hace medio complicado», agregó, indignado.
Sin embargo, indicó que no hay merma en la venta del pan, pero lo que sí se ve y «es preocupante, es que la gente ya viene resignada porque tiene que consumir. Nos estamos acostumbrando a vivir así, que no es bueno para nadie porque no podes proyectar ni siquiera tus vacaciones de acá a dos meses, no sabes lo que vas a hacer, pero es lo que nos toca vivir», expresó.

Pan dulce
Por otra parte, a poco más de un mes para las Fiestas Navideñas, aunque también con los mismos inconvenientes, Angeletti contó que algo tan esperado y que se comienza a comercializar con mayor caudal por estos días es el pan dulce, el cual hoy tiene un precio de entre $ 750 y $ 800, pero que no puede asegurar que en el mes de diciembre se mantenga en el mismo precio.
«Es una lástima pero no se puede postergar, porque todo lo que sea fruta tiene un precio elevado, entonces todo va sumando, por eso no se puede asegurar cuánto va a costar el pan dulce en diciembre. Ojalá pueda venderlo al mismo precio», indicó al respecto.

El fideicomiso del Gobierno
El 12 de octubre pasado, el Gobierno fijó nuevos precios de referencia sin impuestos de la harina a la salida del molino, en el marco del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA).
Así, los valores que rigen desde ayer para las bolsas de 25 kilogramos quedaron en $ 1.472 para la harina 000 y en $ 1.767 para el tipo 0000; en tanto que para la harina tapera y semolín se fijó en $ 1.914. En todos los casos se trata de incrementos que rondan entre el 3,88% y el 3,94%, de acuerdo con el tipo de harina respecto de los últimos precios fijados el último 13 de septiembre, mes en el cual se realizó un incremento del 9% para todas las variedades.
Las subas tienen en cuenta como referencia la variación del precio FAS del trigo en un 40%, la variación mensual de la inflación mayorista en un 30% y la variación mensual de los salarios en el otro 30%.
Sin embargo, muchos de los panaderos aseguran que es muy difícil conseguir la harina con ese precio y las reuniones en Comercio no han logrado la respuesta esperada por el sector.