"La preocupación principal viene por lo que parece ser un capricho"

La iniciativa del bloque justicialista de extender de doscientos a mil metros el límite agronómico en la ciudad de Rafaela, cuya ordenanza fue aprobada hace algunas semanas -y a tratarse de forma extensiva en los primeros meses del próximo año-, sigue despertando voces de individuos que se encuentran inmersos en el tema y, entienden, que pueden verse perjudicados con esta determinación.

Días pasados, Diario CASTELLANOS se prestó al diálogo con el ingeniero agrónomo Jorge Ghiano, quien había manifestado su sorpresa en cuanto a la decisión de la extensión del límite. "Ahora que se presentó, más aún nos descolocó, totalmente en el sentido de plantear mil metros de zona de exclusión y otros mil de movimiento, realmente es un disparate. Si ésto se llegara a concretar, prácticamente seríamos la primera localidad del país que tenga una ordenanza de este tipo; no tiene sustento científico/tecnológico", había manifestado en su momento.

Con la premisa, de seguir buscando voces para conocer más información sobre el tema, este medio se comunicó con Juan Zimmermann, ingeniero agrónomo de nuestra ciudad, quien dijo estar al tanto de la propuesta de los ediles justicialistas. "Me sorprende el planteo de los 1.000 metros que surge de la nada, así como ocurrió con el planteo inicial de los 200 metros, hace diez, quince años donde sin argumentos válidos y desoyendo a la Universidad y al INTA, en ese momento, el Ing. Albrecht, a cargo de las gestiones, tomó la decisión de imponer los doscientos metros", expresó.

Respecto a la experiencia vivida tiempo atrás, Zimmermann sostuvo que a pesar de considerar inválidas las fundamentaciones de la propuesta, "lo que se pidió, se cumplió en estos quince años". Justificó que "se trabajó a conciencia", respetando los límites y controlando los fitosanitarios, incluso con la colaboración del Municipio en cuanto al control.

Connotación política

Consultado sobre una posible relación política a la hora de tomar la decisión de extender el límite a mil metros, el ingeniero expresó que podría tratarse de una "connotación política por los votos en la proximidad de un año electoral", dijo, aportando solamente una mirada.

Zimmermann insistió en su sorpresa conociendo la política local donde destacó el proceso de gestión. "La Municipalidad tiene una historia de mucha gestión con la GUR, con el ZEC, iluminación, con la terminal", expresó en primera instancia para luego recordar que también ha mantenido sus grises con "la basura en los caminos rurales, los fitosanitarios, el agua y las cloacas, que son mucho más perjudiciales en cuanto a la contaminación que pueden generar en el medio que lo que está haciendo la gente del campo".

Seguidamente, recordó que, para los dueños de los campos, la determinación puede ser muy perjudicial. "Uno puede manejar dos, cinco, ocho hectáreas bajo modelos sin la aplicación de fitosanitarios. No puede manejar cien hectáreas sin la aplicación de fitosanitarios. Uno queda, más que complicado, fuera del negocio", lamentó el especialista.

Conocer un poco más

Sobre los agroquímicos que se utilizan para trabajar en los campos, el ingeniero agrónomo sostuvo que existen algunos como los de "banda roja o amarilla" que tienden a "desaparecer del mercado porque nadie quiere contaminar al aplicador, la familia o los empleados".

Con el tiempo, asegura, se fueron conociendo nuevos métodos y herramientas, sobre todo con la evolución de la tecnología donde se han desarrollado "productos banda verdes absolutamente inocuos para la persona que se pueden utilizar". 

El proyecto presentado por el bloque justicialista prohíbe la aplicación con pulverizadores. Al respecto, Zimmermann reconoció que "se prohíbe todo". "Creo que ésto es preocupante para los pueblos de alrededor. Rafaela no es una ciudad que viva del campo, entonces va a subsistir con o sin la ordenanza. Los que tienen que preocuparse son el conglomerado de pueblos de alrededor y el departamento Castellanos porque sí van a quedar sin ingresos", sostuvo.

Charlas y predisposición

Por último, Zimmermann explicó que ha mantenido conversaciones con colegas agrónomos y productores. "Están preocupados. Y la preocupación principal viene por lo que parece ser un capricho o desconocimiento. Cuando hay desconocimiento y no se quiere aprender, uno ve mala intención", mencionó.

De todas maneras, se mostró predispuesto a reunirse con los concejales para poder colaborar y que puedan salir beneficiosas todas las partes involucradas. "Cuanto más se sabe del tema, cuanto más se comunica y se aprende de las dos partes, es más fácil llegar a un entendimiento", agregó.