Moteles piden por la reapertura «para no fundirse»

El pasado 27 de junio se dio a conocer la noticia de que el Área Epidemiológica de la Provincia aprobó la reapertura de los establecimientos que permanecían cerrados desde el 20 de marzo, cuando el Gobierno Nacional decretó el aislamiento obligatorio para evitar la propagación del Coronavirus.

Si bien el Gobierno Provincial, a través de una nota que la titular de Epidemiología, Carolina Cudós, le envió al ministro de Trabajo, Roberto Sukerman, habilitó a estos establecimientos que estaban cerrados desde el inicio de la cuarentena oficial. Y en la resolución oficial, la autoridad sanitaria sugirió que para que los moteles vuelvan a trabajar hay que prestar especial cuidado con el personal de limpieza. «Deberán utilizar barbijo, máscara y guantes, con lavado posterior al uso de los mismos».

Todo ésto no comenzó a regir ni en la ciudad ni en Bella Italia, y puso en alerta a los propietarios de los moteles, ya que «no tenemos ningún ingreso, pero debemos pagar sí o sí los impuestos, es una deuda que tenemos y ya acumula tres meses», expresó Ana Costamagna propietaria del motel El Gringo.

En tanto el ministro de Trabajo de la Provincia, Roberto Sukerman, explicó que «después del decreto presidencial que diferenció entre aislamiento y distanciamiento, la provincia de Santa Fe adhirió a ese decreto y dijo que todo lo que no estaba prohibido por Nación y lo que no había sido autorizado por la Provincia expresamente, podía pedir autorización para funcionar». Pero pese a estas declaraciones, los titulares de los albergues transitorios, buscaron el diálogo tanto con la Comuna de Bella Italia como en la ciudad de Rafaela, y la respuesta que recibieron desde entonces es «hay que tener paciencia, aún no sabemos nada».

Ante ello, es que están pidiendo una pronta intervención y un retorno a su actividad porque la gran mayoría depende de ese trabajo para vivir. «El día que me habiliten tengo una enorme deuda que pagar, porque no tengo ninguna ayuda, ni del Gobierno, ni respuestas ni nada. Nunca pagué los impuestos desde que empezó la pandemia, tuve que dar de baja los servicios, como el seguro del motel, no usamos el auto, ni nada para no generar más deudas», explicó desesperada Costamagna.

«Los impuestos siguieron corriendo, desde que se cerró todo, nosotros no pudimos abrir, solo cuando nos dieron los permisos para poder venir y asegurarnos que no nos entren a robar», agregó.

Consultada sobre los protocolos que implementarían para el regreso, Ana señaló que «nosotros no tenemos contacto con la gente, cobramos por medio de una ventanilla, cuando se van entramos con guantes, alcohol, lavandina. Nosotros no nos queremos enfermar, pero necesitamos trabajar», puntualizó.

Por su parte Víctor Melano, propietario también de un motel, resaltó que en su caso particular «dependo solamente de ésto, al igual que mi señora, no tenemos otra entrada, ayuda no recibimos de nadie, sobrevivimos con los pocos ahorros que teníamos».

«Queremos que nos den la oportunidad también de poder abrir aunque sea, algunas horas o días, porque no podemos seguir. En mi caso, somos tres personas que dependemos de ésto, mi esposa, un empleado y yo. Mi empleado se quedó sin trabajo al igual que nosotros, sólo un mes lo pude ayudar y no le pude seguir pagando», agregó.

Además «yo alquilo el motel, pago un alquiler de mi vivienda en Rafaela. Tengo una deuda importante de luz, dejé de pagar las tarjetas, tuve que vender un auto para pagar algunas deudas, y debo dos meses de alquiler».
En tanto el propietario del motel Hora Cero, Luis Ferpozzi, comentó que con su otra actividad está manteniendo el motel porque «tengo gastos fijos que no se han movido. Este rubro, es un rubro donde no hay contacto con la gente. Respetando un protocolo, que es fácilmente utilizable, uno con el cliente no tiene contacto, podríamos volver a la actividad porque ya es imposible de sostener».

Señaló además, las dificultades que se les presentarían en caso de que los habiliten, tras las restricciones de no pasar de una localidad a otra, ya que los moteles se ubican al menos cuatro de ellos en Bella Italia y uno a la salida de Rafaela sobre la Ruta 34. «En el rubro motel hay 100% de privacidad de la gente que concurre y ya los controles ubicados más allá de las jurisdicciones de las localidades complican la funcionalidad, tenemos un control al límite entre Rafaela y Bella Italia y eso complica, por ejemplo. Ha salido en otras localidades la posibilidad de abrir y nosotros no podemos aún trabajar».

Por último Juan Carlos Silva, empleado del motel Wonderful, contó que «por suerte pudimos cobrar los sueldos, pero ya es insostenible, no sabemos hasta cuándo podremos conservar las fuentes de trabajo. Si la ciudad no tiene contagios, y se realizan bien los controles, no debería haber problemas, nosotros no trabajamos con gente de afuera. Nos manejamos con gente de la Rafaela y zona», sentenció.

Por lo pronto se pudo conocer que esta tarde, desde las 18.30, serían recibidos por el intendente Luis Castellano, con el objetivo de presentar protocolos, y evaluar la posibilidad de una reapertura, al igual que en ciudades como Santa Fe y Rosario.