Santa Teresa de Calcuta Fundadora de las Misioneras de la Caridad

Su padre, dedicado a asuntos políticos en Albania, murió de manera misteriosa en 1919 y desde entonces, su madre fue la encargada de su educación en la fe católica.

La pequeña Agnes cursó los estudios primarios en la escuela estatal. Durante esos años, participó activamente en la comunidad religiosa. Con cinco años ya había hecho la Primera Comunión, con seis años la Confirmación y con doce años ya tenía claro que quería dedicar su vida al catolicismo.

Desde niña, mostró una total admiración por los jesuitas yugoslavos en Bengala (India), a tal punto que quiso hacer lo mismo que ellos en Calcuta. La primera parada que hizo la Madre Teresa antes de emprender su viaje a la India fue La Abadía de Loreto, perteneciente al Instituto de la Bienaventurada Virgen María de Irlanda, con solo 18 años.

En esta institución religiosa, Teresa de Calcuta aprendió inglés. Poco después, para cumplir su deseo de ser misionera en la India, zarpó hacia Bengala en 1928, y el 6 de enero de 1929 llegó a Calcuta, donde permaneció el resto de su vida. 

En la ciudad bengalí hizo sus votos de pobreza, castidad y obediencia. Se convirtió en monja el 24 de mayo de 1931. Fue durante esta etapa donde abandonó su nombre de nacimiento por el de Teresa. En 1946, ante la hambruna que se vivía en buena parte del país, Teresa de Calcuta solicitó al Papa Pio XII abandonar su orden para dedicarse en cuerpo y alma a los más necesitados, y en 1950, tras haberse unido a un grupo de mujeres con sus mismas inquietudes, el Vaticano le autorizó inaugurar su nueva congregación llamada “Misioneras de la Caridad”, siendo plenamente reconocida en 1965 por el Papa Pablo VI. 

Tras toda una vida dedicada por y para los demás, aunque no exenta de críticas, la Madre Teresa de Calcuta falleció el 5 de septiembre de 1997 en Calcuta, a los 87 años.