Óptica Lencioni cumplió 120 años siendo el negocio más antiguo de Rafaela

El 15 de octubre Óptica Lencioni cumplió 120 años de vida comercial. Fue iniciada por Ugo Lencioni en calle Lavalle 54, frente a la actual Plaza 25 de Mayo, en la entonces Colonia Rafaela. Vendía elementos para medicina, remedios que preparaba artesanalmente y anteojos para «vista cansada», de distintos aumentos. En 1920 se mudó a la esquina de Sarmiento y Alvear, y a partir de 1945 al actual emplazamiento de bulevar Santa Fe 425.

Ese día se abrió frente a la plaza 25 un negocio de farmacia del químico farmacéutico Ugo Lencioni. «A través de las distintas generaciones tuvo continuidad y hoy está la quinta generación de negocios relacionados con la salud visual; en aquella época las farmacias también vendían anteojos para ver de cerca que venían pre-ensamblados. El tiempo fue pasando, las generaciones fueron sucediéndose, hubo algunas transformaciones societa­rias, pero la actual Óptica Lencioni es la continuidad de la que formó en 1900», expresó Roberto Lencioni (nieto de Ugo) en una entrevista telefónica con un cronista de CASTELLANOS. Ingresó en 1950 y lleva 70 años en el emprendimiento comercial; también fue presidente del CCIRR.

De pequeño, Roberto ayudaba a su padre Vito en el negocio. Con nulos conocimientos de técnica óptica pero con gran entusiasmo, aprendió a barrer la vereda, a pasar los pisos, siempre examinado por el espíritu de enseñanza de su padre, quien le hacía correcciones sobre cómo hacer estas tareas más eficientemente. 

Apenas recibido de Perito Óptico, Roberto comenzó a trabajar profesionalmente en la óptica. Si bien seguía acompañado por su padre Vito, las ganas y el entusiasmo propios de la juventud lo llevaron a tomar importantes iniciativas como la de colocar un pequeño laboratorio de fabricación de lentes oftálmicas, que con el correr del tiempo fue creciendo, lo que desencadenó en la necesidad de crear otra sociedad industrial en 1964 que se llama Vitolen y que hoy es uno de los principales laboratorios de lentes oftálmicas del país. Actualmente, esta empresa ha sobrepasado el tamaño de Óptica Lencioni y abarca prácticamente todo el país, con un total de unos 200 operarios y personal calificado. Vitolen deriva del nombre de su padre Vito Lencioni. 

A través de los años, con los cambios tecnológicos y los propios de cada época, la óptica también fue cambiando de formato. En las últimas décadas hubo importantes avances que el negocio fue adoptando. Este espíritu de cambio e innovación permanente hicieron que hoy en día, sea el único comercio que ha sobrevivido de aquella época en la que Rafaela era apenas una colonia. 

Con 120 años de experiencias y desafíos, este negocio atravesó diversas crisis económicas que fueron aquejando a nuestro país, pero que, sin embargo, siempre supo reponerse. En este sentido, vale la comparación de la historia de Óptica Lencioni con la historia de una ciudad como Rafaela, que muestran un espíritu resiliente como pocas otras. En el caso del comercio, ha sufrido, padecido y soportado cuanta debacle económica existió en nuestro país. Incluso la actual crisis por la pandemia coronavirus, que es muy profunda y muy particular y que llevó a que el local comercial permanezca cerrado por muchos días. Sin embargo, a pesar del complejo presente no se deja de vislumbrar un futuro promisorio, con el conocimiento y la templanza que otorgan saber que aun en las peores crisis, siempre se ha sabido salir adelante.