Trigo HB4: "Tenemos que ir por el lado del desafío y superar las dificultades"

En diálogo con Diario CASTELLANOS, el diputado nacional Fabio Quetglas (UCR-Cambiemos. Buenos Aires), se mostró a favor de un debate "enriquecedor, basado en la información" y no "en prejuicios, sin datos, sin aceptar visiones alternativas", en relación a la Tecnología HB4, trigo transgénico tolerante a la sequía. Están los que temen que esto complicará la comercialización de todo el cereal y están los que les encuentran beneficios tanto en lo productivo como en el ambiental.  

Quetglas -secretario de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara Baja- analizó: "La economía del mundo, no sin dificultades, se encamina hacia una economía carbono neutro. Esto es por necesidades. Dentro de esto, existe un proceso de adaptación de muchas industrias. En esto, la biotecn­ología como soporte de la industria alimentaria, no es ajena. Puede darnos respuestas y generar capacidades productivas que tiendan al cuidado del medioambiente". En este contexto, la tecnología HB4 "en términos científicos, es una enorme noticia: un grupo de científicos argentinos produjo un evento de modificación genética de estas características y somos pioneros. Es decir, a nivel académico fue un golazo".

El trigo es el cereal más sembrado a nivel mundial (175 millones de hectáreas), existe un consolidado mercado mundial donde Argentina es un jugador importante. La controversia se abre en qué pasaría en los mercados receptores de la harina argentina en el caso que Argentina produzca trigo en base a una semilla genéticamente modificada. "Brasil exporta soja genéticamente modificada o utiliza en el proceso de panificación azúcar o aceite GM", destacó Quetglas del país que compra el 45% del trigo exportado por Argentina.

A la vez, el legislador destacó: "Producir más, con la misma cantidad de tierra y de agua -fomentar la eficiencia en términos ambientales-, es parte del núcleo central de la agenda política del futuro". Y en ese camino va este descubrimiento. 

Con respecto a la posibilidad cierta de que existan barreras para la comercialización de todo el cereal argentino, Quetglas dijo: "Si somos serios y estamos dispuestos como país, como cadena y existe un requerimiento de segregación, de trazabilidad, Argentina debe hacer ese esfuerzo como lo hizo con otros productos".

En síntesis, el HB4 "nos pone en línea con este momento de cuidar el ambiente, nos muestra como país que, con todas nuestras dificultades, somos capaces de generar un hecho disruptivo de esta naturaleza, y nos obliga a gestionar mejor nuestros activos naturales y nuestras potencialidades. Tenemos que ir por el lado del desafío: superar esas dificultades antes que ir por el lado del bloqueo. La solución se construye con compromisos y dialogando. A la Argentina se le abre dos mercados: el de trigo y sus derivados por un lado y el de la semilla por otro. Seremos expor­tadores de conocimiento. Por eso es importante la gestión. Y si abortamos estos brotes con políticas inadecuadas: ¿por qué las empresas irían a invertir en procesos de investigación? Me gusta un país que exporte conocimiento, que genere mucho valor agregado y donde nuestros científicos puedan ganar bien. Hay que tener cuidado: el miedo nos puede impedir dar el paso para conseguir algo mejor. Acá entramos al mercado no sólo de un commodity, estamos hablando del mercado del conocimiento", finalizó

"Hay como una fantasía que detrás de los incendios hay una mano oscura". En la Cámara de Diputados avanza un proyecto para reformar la ley 26.815 de manejo del fuego. La iniciativa fue presentada por el diputado Máximo Kirchner y genera sanciones severas para los productores titulares de la tierra donde ocurrió un incendio. La reforma busca la prohibición del uso del suelo por 30 años. "Esta ley quitará la posibilidad de obtener beneficios y hacer negocios agropecuarios o inmobiliarios a costa del ecocidio" dicen desde el Frente de Todos. Para la diputada Gabriela Cerruti, "el 95% de los incendios son intencionales".

Al respecto, Quetglas mostró su "preocupación por esta iniciativa". Desde la comisión de Agricultura hay una estrecha vinculación y diálogo con Recursos Naturales y Ambiente, donde ingresó el proyecto señalado: "Estoy muy preocupado por este proyecto de ley que tiene estado parlamentario y que estipula sanciones muy severas a los titulares de los campos incendiados". Y explicó: "El mundo vive un cambio climático. El año pasado Australia vivió un incendio de más de 20 millones de hectáreas (Córdoba son 300 mil). Evidentemente, más allá de los descuidos, del mal manejo, de cuestiones culturales. Igualmente, la recurrencia e intensidad de los incendios no obedecen a cuestiones humanas sino a ciclo climático. Frente a esto, la estrategia de un Estado es entrenamiento, equipamiento y tecnología. No es punición. Supongamos que comienza el fuego en mi campo y se expande al lote del vecino: ¿el Estado le prohibirá a ese vecino disponer por 30 años? ¿Tiene sentido? Hay como una fantasía que detrás de los incendios del Delta, de Córdoba hay una mano oscura. Llegará al recinto un proyecto que hará que irritar a un sector que no la está pasando bien", cerró.