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Los días de miedo hasta el Mundial

A solo cinco semanas del comienzo del máximo torneo de selecciones, los certámenes de cada país siguen jugándose al igual que las competencias internacionales. Y lo hacen forzando sus calendarios. En el medio, los futbolistas sufren física y mentalmente.

Deportes - La Otra Mirada 17/10/2022 Redacción Web Redacción Web
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Por Oscar Martínez - "Haz que tu miedo se convierta en tu medio" me dijo un boxeador hace un tiempo. La naturaleza de nuestros temores es lo que define quiénes somos y por qué hacemos lo que hacemos. "Dejar el miedo de lado, fingir que no lo tengo, no funciona" dice Gee Atherton, para muchos el mejor ciclista de montaña en la disciplina de descenso de toda la historia, en la película "Reverence: un viaje al miedo".
El libro se llama No me corten el pie, lo escribió el doctor Juan Manuel Herbella y en la página 97 hace ingresar a Darío Sztajnszrajber. "En filosofía -dice- hay una pregunta que nos formulamos siempre: ¿soy un cuerpo o tengo un cuerpo?". Se trata del relato de once historias médicas de superación y dolor de futbolistas que eligió Herbella, quien jugó 14 años en Primera y se recibió de médico especialista en Medicina del Deporte y Salud Pública en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Los protagonistas de las crónicas son los cuerpos de los futbolistas. El autor escribe desde adentro y desde afuera. No se trata de lesiones comunes, las que se leen de manera cotidiana en las páginas deportivas, pero sirven para entender lo que pasa en la cabeza de los deportistas, no solo de aquellos que juegan al fútbol. Y también para saber por qué esta parte del año se ha transformado en crítica para todos quienes tienen posibilidades de disputar la Copa Mundial de Qatar. Lesionarse ahora y quedarse afuera de la competencia significaría para ellos ver escapar un gran sueño, tal vez el más grande de sus vidas.
Por estos tiempos se juega fútbol casi todos los días de la semana. Hay que apresurar los torneos de cada país. Pero también las de Copas Internacionales. Y las selecciones necesitan alguna chance para ir preparándose. Los futbolistas saben que Qatar está a solo cinco semanas y, por ejemplo, de aquí al 2 de noviembre se completará la fase de grupos de la Champions League. Son muchas cosas que les importan. Demasiadas.
Alejandro "Papu" Gómez, futbolista del Sevilla y de nuestra selección, lanzó días atrás un alegato muy comentado: "De momento la espera no se me hace larga, jugas cada tres días, viajes, partidos... El último mes va a ser duro para el futbolista. Antes de que arranque el Mundial va a ser complicado, hay que ver dónde vas a tener la cabeza. Con toda la sinceridad del mundo, va a ser así", aseguró.
Las lesiones del inglés Reece James, de Georginio Wijnaldum, de Países Bajos, N'Golo Kanté, de Francia, del español Marcos Llorente, del uruguayo Ronald Araújo y de los argentinos Paulo Dybala y Ángel Di María, entre muchos otros, algunos ya descartados y otros trabajando duro para llegar a la cita máxima, encendieron todas las alarmas. Y pusieron al descubierto los temores porque les ocurra lo de figuras como Alfredo di Stefano, que no pudo estar en la copa de 1962, Van Basten en la de 1994, Romario en 1998 o David Beckham en 2010. 
Compañero de Araújo en la selección de Uruguay y goleador ayer en el clásico ante Barcelona, Federico Valverde, del Real Madrid, habló en una entrevista con Marca sobre el miedo a perderse el Mundial por lesión y dio una visión totalmente opuesta a la del Papu Gómez: "No es que no me cuide para poder jugar por Uruguay, pero tampoco puedo faltarle el respeto al Real Madrid no yendo a una dividida para ganarla o no ir a una pelota como si fuera la última". Y añadió en su explicación que "obviamente te genera un poco de miedo el lesionarte cuando falta cada vez menos para el sueño de cualquier futbolista, que es jugar un Mundial. Sufrir ahora un desgarro o tener un tirón, que Dios quiera no pase, puede afectarte mucho porque llegarías muy justo, pero creo que eso hay que enfrentarlo con valor y ganas".
Adrián Quevedo, psicólogo deportivo, explica que el miedo genera "pensamientos anticipatorios, negativos y catastróficos. Este tipo de cosas orientan un poco al cerebro a pensar en posibles situaciones a evitar". Situaciones de este tipo son a las que también hacía referencia el futbolista uruguayo, es decir, generar más tensión en el cuerpo, no ir como se va normalmente a los cruces. Efectivamente, eso aumenta el riesgo de lesión.
Quevedo insiste en que cuidarse por miedo a sufrir un problema físico es contraproducente y "puede generarte una mayor probabilidad de lesión. Hay que observar esos pensamientos como lo que son, no como realidades. Porque tú piensas que te vas a lesionar, no tienes por qué lesionarte. Pero estar constantemente pensando eso, que se retroalimenta también con el miedo que estás sintiendo, al cerebro le da mayor sensación de realidad".
"El estado emocional disfuncional disminuye la efectividad en la atención, la concentración, la toma de decisiones y de esta manera el atleta puede cometer errores en la coordinación que propicien una lesión. Hay deportistas que se sobre exigen para demostrar que deben estar dentro de los convocados; y otros que por miedo a lesionarse generan tensión y estrés, emociones que los llevan, como una profecía autocumplida, a la lesión. Si esa respuesta emocional negativa no puede elaborarse o comunicarse para recibir ayuda a tiempo, puede desembocar en una manifestación psicosomática. Para disminuir el riesgo de lesiones debido a factores emocionales se recomienda mantener una buena comunicación con el cuerpo técnico y el equipo interdisciplinario o multidisciplinario, regular el nivel de ansiedad o estrés, deconstruir creencias irracionales, regular pensamientos negativos y contar con apoyo profesional. La mente también juega, y para prevenir lesiones, entre otras cosas, es necesario entrenarla", asegura la profesora Carina Juárez, psicóloga del plantel superior de rugby del Jockey Club de Córdoba.
Quevedo cree que es pronto para pensar en el Mundial: "Aún quedan cinco semanas. Yo seguiría trabajando al 100%. Cuando queden dos semanas, por ejemplo, entonces reduciría un poquito el nivel de exigencia, la carga de trabajo en la medida que sea posible y compatible con los objetivos del equipo. En el Mundial vas a querer tener un pico de rendimiento y al final también el entrenamiento, tanto mental como físico, funciona así. Tú vas generando una progresión, pero para luego volver a subir otra vez o volver a tener otro pico de rendimiento, tienes que generar una descarga o una bajada. No sería realista estar hasta el último día antes de que empiece el Mundial al 100%. Podrías no tener un tiempo de recuperación adecuado para luego exigirte de manera ideal en el Mundial".
Lo cierto es que no solo son los futbolistas los que se autocondicionan. Los periodistas permanentemente hablamos del tema y les preguntamos. Y los simpatizantes se expresan de acuerdo a sus intereses, ya que algunas veces priorizan al seleccionado y otras a su equipo. Mientras tanto, el Mundial está cada vez más cerca y la pelota no para de rodar. Es que en el circo del fútbol, el show siempre debe continuar.

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