Los museos más curiosos del Piamonte

Alessandro Cruto, casi desconocido para la mayoría, nació en Piossasco en 1847 (el mismo año que Galileo Ferraris y Thomas Edison). Sin estudios específicos, pero con gran inventiva e inteligencia. Murió en Turín el 15 de diciembre de 1908. 
Inaugurado en 2004, el Museo ilustra el trabajo del pionero Alessandro Cruto, inventor de una bombilla eléctrica, al mismo tiempo que los experimentos similares llevados a cabo por Thomas Edison en Estados Unidos.
El museo está instalado en la misma fábrica de Alpignano donde, en 1886, Cruto había instalado la empresa Sociedad Italiana de Electricidad Sistema Cruto, su fábrica de bombillas (adoptadas en Italia y otros países) que en 1928 fue comprada por Philips. El museo también ilustra el nacimiento y el progreso de la electricidad y los inventos relacionados con numerosos objetos del Instituto Galileo Ferraris, el Museo de Ciencia y Tecnología de Milán, la Escuela Electrotécnica Alessandro Volta de Turín. Entre estos hay bombas de vacío, mezcladores de elementos químicos, baterías de laboratorio, instrumentos de medición, lámparas de gas e iluminación de arco de varias épocas y, por supuesto, una gran colección de bombillas de varias épocas. 
El itinerario se desarrolla por tres caminos. El primero está dedicado a Alessandro Cruto. Su sueño: descubrir un método para producir diamantes artificiales mediante estudios sobre la cristalización del carbono.
En cambio, en1880, el primero en Italia, logró encender una bombilla eléctrica con un filamento de carbono, utilizando la corriente de una batería de bilis Bunsen. En 1886 situó la "fábrica de luces" en Alpignano a orillas del río Dora Riparia, lugar ideal para la producción masiva internacional de lámparas. 
El segundo itinerario está dedicado a la historia de la iluminación a través de sus etapas más importantes y con el testimonio de numerosas herramientas y equipos, así como innumerables lámparas de todas las formas y tamaños. 
El tercer itinerario enmarca el período histórico que vivió Cruto, entre el 1800 y el 1900, ilustrando el fervor científico que lo invadió y que permitió muchos inventos, inmediatamente producidos a escala industrial.
Desde 2014, un grupo de voluntarios de la asociación "Amigos del Ecomuseo Sueño de Luz" gestiona la apertura y los eventos, con especial atención a la conservación y difusión del conocimiento científico / industrial de la zona y a la puesta en valor de la historia de Alpignano, centrándose en particular en las escuelas y las familias. Durante el año, exposiciones y actividades educativas amplían el programa estándar de apertura.
En la provincia de Cuneo, en el pequeño pueblo de Boves, hay un museo muy especial dedicado a las setas, el MUSEO DEL HONGO.
El Museo surge en 1982 gracias a las donaciones del Dr. Mario Strani, de Pinerolo, quien, a su profesión de dentista, siempre combinó la pasión por la naturaleza, y en particular por las setas, animado también por un fuerte espíritu divulgativo.
Después de haber colaborado durante años con el Museo de Ciencias Naturales de Verona, donde todavía se exhiben muchos de sus trabajos, comenzó su producción de modelos de hongos, hechos a partir de especímenes naturales utilizando técnicas particulares e inventadas y perfeccionadas por él mismo a través de los años. Se trata de una obra muy refinada y prácticamente única. Parte de su extensa colección, cerca de 3.000 modelos de setas, parte en yeso y parte en resina y todos pacientemente realizados y coloreados a mano, conservados y exhibidos en el Museo de Pinerolo, fue donada por él mismo a la ciudad de Boves, contribuyendo así a la creación del Museo del Hongo.
El museo está dividido en dos salas: la primera contiene más de 1.100 ejemplares de hongos reproducidos en yeso o resina que representan 250 especies. La colección va acompañada de etiquetas que cuentan todo sobre cada uno de los hongos: género y especie de pertenencia, quién lo descubrió y quién lo estudió, los demás nombres, especialmente los dialectales con los que se conoce, el hábitat, los "hábitos" y, obviamente, la comestibilidad.
Las "familias" están prácticamente todas allí, pero también hay casos "especiales", como un hongo histórico, un Lycopcrdon gigante, lo suficientemente grande como para ocupar una mesa entera. Cuando fue recogido pesaba 4,5 kg.
La segunda alberga fósiles minerales, animales embalsamados, reptiles, moluscos, crustáceos y una valiosa colección de más de 130 especies de mariposas de las llanuras y los valles de Cuneo.
Es interesante la sección dedicada a la elaboración de fibras exóticas, la seda y la cerámica. El ángulo de las invenciones es curioso, entre ellos el termómetro, el teléfono y la máquina de vapor vertical. 
El Museo se enriquece con una exposición sobre canteras y hornos y una maqueta del territorio y la antigua hilandería Favole.
La Comuna de Boves, para la gestión del museo, incluidas las aperturas mensuales y las de diferentes fechas con reserva, cuenta con la colaboración de la Asociación Micológica Bovesana y de los Alpes de Cuneo UGO MARIA CUMINO nacida en 1968, y con referencia al primero y único micólogo de la provincia de Cuneo, nacido en Revello en 1762, monje en la Certosa di Chiusa di Pesio, que dejó una huella escrita con su "Specimen Fungorum Vallis Pisii".