Genocidio con homicidios registrables

En una anterior entrega, nos preguntábamos si no estábamos realmente ante un genocidio por omisión de acciones responsables y competentes por parte del Estado Argentino.  Llegábamos a la conclusión, que en ESE ENTONCES ochenta mil muertos por la pandemia de covid 19, era algo simplemente intolerable para nuestra nación.

Hoy, superados los ochenta y seis mil decesos, ya no tenemos absolutamente ningún reparo en considerar que la concatenación de desaciertos, deslealtades y hasta conductas delictuales perpetradas por algunos personeros del gobierno y muchos cómplices de todos los estamentos, allanan el camino a esta ignominia que a pesar del rigor de la evidencia, de las familias enlutadas y las vidas truncadas, trata de ser “disimulada” y hasta pasible de transferencia de responsabilidades por la perversa politiquería que  nos toca soportar.

No sólo el manejo técnico-científico del control de daño de la pandemia, ha sido desastroso, sino que hay señales inquietantes que determinan que la situación puede agravarse aún más. Los muertos diarios ESTAN en una cifra de alrededor de quinientos diarios, lo que es macabramente escalofriante. Las segundas dosis de la “vacuna geopolítica” Sputnick V, NO ESTAN, o aparecen a cuentagotas y fuera de término , a pesar que nos quieren inducir a pensar que (sic) “tres o cuatro meses después de la primera dosis, no es nada grave…”. ¿desde cuándo son investigadores científicos graduados en biología algunos burócratas impertinentes? Que además nos quieren tomar por idiotas…

El camino porvenir es simplemente SOMBRÍO. A la NO SOLUCIÓN, o por lo menos encauzamiento a la solución de la pandemia, agregamos la perversidad de una campaña política plagada de engaños y viles mentiras que no hacen otra cosa que terminar de minar la confianza de la ciudadanía en la “política real” que debería estar al servicio de mejorar la vida de los ciudadanos argentinos. O tal vez, el camino que pergeñen, sea el del reyezuelo de aldea de Nicaragua: simplemente encarcelar a los opositores. No es muy velada ni siquiera disimulada la estrategia, pero sí efectiva. ¿será ese el camino por el que opten nuestros gobernantes de turno cuando entiendan que el castigo en las urnas está a la vuelta de la esquina?

A medida que nos acercamos a las elecciones legislativas, el régimen gobernante, ve con espanto como el electorado se le va poniendo esquivo. Ante esta realidad palpable, y dando por sentado que la ética política NO ES un fuerte del kirschnerismo, lológicamente esperable es que comencemos – y rápidamente – a ver jugarretas de todo tipo, que por supuesto incluye el “dibujo” de una idílica realidad, que obviamente es inexistente.

En esta situación, estamos en presencia de lo que A. Ralph Epperson  denominó “ética situacional”, o sea un sistema ético según el cual las normas morales NO obligan de forma absoluta, sino que pueden modificarse a la luz de situaciones específicas. En nuestro caso deberíamos interpretarlo “a la luz de situaciones específicas del gobierno…”(¡ y no es novedad en el kirschnerismo!)

Los cultores de la “new age” consideran que si el hombre se ha deificado a si mismo (convertido en un Dios), que es en lo que consiste la Nueva Era, no hay ningún absoluto moral más. Es simplemente una receta para la anarquía ética. Es por decirlo en nuestros términos, el marco adecuado para las trapisondas políticas a las que nos tienen acostumbrados…

Y mientras tanto la “curva”, de la que tanto gusta hablar, sigue profundizando un genocidio imperdonable…pero perfectamente registrable.