Concejo Municipal: agroquímicos… a marzo 

En la mañana de ayer se llevó a cabo una nueva reunión de comisión donde comenzó un nuevo debate sobre el límite agronómico. Diez años no parecen suficientes para conseguir un acuerdo sobre esta cuestión, que tiene dos posturas bien marcadas, por un lado los productores que defienden las buenas prácticas agrícolas y tiran por la borda la premisa de que los metros garantizan la no afección de los seres humanos, afirmando que con una correcta aplicación no se producen tales males; y por el otro ambientalistas, algunos profesionales de la salud, entre otros que afirman la existencia de estudios que comprueban los daños directos sobre la salud.

Cada vez que este debate llega al recinto, se ponen sobre la mesa la palabra de todos quienes conocen y saben sobre la aplicación de fitosanitarios en la producción. Si bien el debate es mucho más amplio, suele caer o reducirse a la cantidad de metros que separen la aplicación del ejido urbano.

La semana pasada la concejal justicialista Brenda Vimo, presentó formalmente su proyecto de Ordenanza que lleva el acompañamiento de sus pares Jorge Muriel y Juan Senn. En el mismo plantea en líneas generales lo siguiente:

-Regular la aplicación de agroquímicos, para lo que establece una zona de exclusión de 1.000 metros, en los cuales no se podrán aplicar este tipo de productos.

-Regular la comercialización de los productos agroquímicos, la circulación de los equipos de aplicación y la disposición final de los envases.

-Establece además, que el Ejecutivo deberá promocionar la producción agroecológica en las zonas de exclusión.

-Define un protocolo de actuación si se viera afectada la salud de las personas.

-Y busca generar mecanismos para impulsar el control ciudadano, a través de elementos físicos y digitales, promoviendo el acceso a información para la población a través de un registro accesible desde una APP.  

El objetivo del mismo es "fortalecer la salud humana y del ambiente, controlando la utilización y manipulación de productos agroquímicos". Además, busca garantizar "el derecho a la vida, a un ambiente sano, la alimentación saludable y la producción agropecuaria sustentable".

Si bien ayer inició el análisis oficial dentro del Concejo, Vimo adelantó que pretende que el cuerpo legislativo trabaje sobre el proyecto durante todo el verano, y se involucre a todos los actores, estableciendo como plazo para su tratamiento el próximo mes de marzo de 2021.

Por su parte Jorge Muriel señaló "este no es un proyecto cerrado, ya que está abierto al debate y al enriquecimiento del mismo. Es probable que la primera quincena de diciembre estemos con un poco menos de intensidad en el Concejo, pero la idea es darle volumen en el verano, en función de cómo podamos cada uno y demás, para ver cómo llegamos a marzo con la claridad de conceptos que nos permita tomar esta decisión. No es casual que lo hayamos presentado ahora ni fue especulación", sostuvo Muriel, mostrando todo el material de fundamentación.

Ayer empezaron a mostrarse los primeros lineamientos que tienen los ediles frente al tema. A ciencia cierta se sabe, que acompañarán la votación los pares de Vimo, tanto Jorge Muriel como Juan Senn. La pregunta es ¿qué hará la oposición? Hasta ahí sumamos tres puntos a favor de la Ordenanza; quienes se atrevieron a adelantar sus posturas fueron los concejales Marta Pascual y Lisandro Mársico, que se mostraron contrarios a los metrajes del proyecto, por lo que ya podríamos decir que el proyecto contará con dos votos negativos. Ahora resta saber, qué harán los demás: Sagardoy, Destéfanis, Bonino, Viotti y Bottero.

Qué dicen los ediles

Como es de esperarse, este tipo de temas generan una grieta, término que se apoderó de todas las discusiones reñidas. Empecemos por la autora, Brenda Vimo aseguró que se trata de un "debate moral y ético" sobre el ambiente y el impacto de la actividad humana sobre éste. "El proyecto contempla un equilibrio social, de salud y producción. Creemos que es una buena base para abordar el tema que hace diez años que está en la agenda política de la ciudad y nunca se debatió profundamente. Es una realidad que no se puede seguir postergando". 
El concejal demoprogresista, Lisandro Mársico sin tapujos adelantó su discrepancia con los metros que propone el proyecto. "Como ustedes saben, yo tengo una posición diferente al proyecto. Estoy de acuerdo con muchísimas definiciones, pero me gustaría que no encorsetemos a los concejales que no compartimos esta idea, como que estamos en contra del medio ambiente, sino por el contrario. La mirada que yo tengo creo que puede ser compatible con una cantidad de metros distintos porque en el resto del proyecto casi te diría que coincido", arremetió Mársico.

Y continuó en respuesta a las insinuaciones del PJ sobre la moral y la ética. "Todos queremos un medio ambiente sano, por lo que pido que el debate pase por ahí", destacó Mársico, algo enojado.

Vimo no tardó en salir al cruce y arremetió "no sé por qué te autoreferencias. Nadie dice que no sos moral o ético. Sé de tus publicaciones y tu defensa al ambiente, de tus compromisos. También, si uno se pone a estudiar y a analizar las posturas que tienen quienes estudian el ambiente, claramente los monocultivos, los agrotóxicos no van de la mano con el medio ambiente. Yo hablé de un debate moral, ético y a la altura de las circunstancias, no hablé de personas", concluyó Vimo.

Por su parte y casi poniendo un paño frío, Raúl "Lalo" Bonino aseguró que se trata de "un debate social" y aseguró que es un tema que "excede el Concejo". Mientras que Leonardo Viotti pidió sumar al Concejo Ambiental y al Instituto de Desarrollo Sustentable. 

A su turno, Alejandra Sagardoy que ya adelantó una posible grieta en la oposición y especuló con una votación dividida al asegurar que "cada uno votará de acuerdo a sus convicciones". Aunque ésto es lo que siempre se les pide, ya que ocupan sus bancas para representar a los ciudadanos con sus propias convicciones. Tristemente nos sobran los ejemplos de cómo funciona el cuerpo, si dicen hay que votar en contra, la mayoría se alinea detrás de ello, y luego en los pasillos, confiesan "que hubiesen votado diferente. Triste pero real, como con la famosa estación de servicio que no fue, pero eso es un capítulo aparte.

Siguiendo con los agroquímicos, otra que dejó sentadas sus ideas contrarias con el proyecto, fue la concejal Marta Pascual quien evitó referirse al debate desde lo ideológico y pidió una discusión desde "lo científico" apoyándose en los informes técnicos elaborados por los productores y las "buenas prácticas agrícolas".

Defendiendo a su compañera de banca, Jorge Muriel sostuvo que el proyecto presentado tiene tres ejes: Salud, Ambiente y Producción. Y aseguró que la posición del bloque no es cerrada "estamos abiertos a propuestas". En el mismo sentido, Juan Senn desechó la teoría de "las dos bibliotecas" y sostuvo "la realidad es una sola" en referencia a la necesidad de legislar al respecto, luego de 10 años de debates. 

Otros proyectos

Además de este debate los ediles dieron despacho a tres proyectos para la sesión del próximo jueves. Y en la jornada de hoy, continuarán con el resto de las comisiones, desde las 8:30.

Los despachos fueron, un proyecto de resolución donde manifiestan el malestar por el proyecto de Ley sobre la movilidad jubilatoria, que será defendido por el concejal Miguel Destéfanis. Una minuta de comunicación para incorporar paulatinamente el criterio de eficiencia  energética, que defenderá la concejal Brenda Vimo. Y una minuta de comunicación para la realización de distintas tareas de mantenimiento en el Parque Balneario, del concejal Leonardo Viotti.