Pasión con perfume de mujer

Por Oscar Martínez. Mientras escribo esta nota, en la mañana del domingo, miro la transmisión de ESPN de la semifinal femenina de Champions League entre Bayern y Chelsea. En la otra, en París, ya empataron el PSG y el Barcelona. Lo leo en la revista Sport, que le dedica el segundo espacio tras la cobertura de la victoria del equipo de Messi sobre Villareal. Y replica en los portales más importantes del mundo, como Marca, Gazzetta dello Sport, L'equipe o el brasileño Lance!, por ejemplo. En nuestro país nada, ni siquiera una mención en Olé, que es el más representativo.
Se asegura que en el año 2500 a. C, se jugaba en la China de la dinastía Han al Tsu Chu, una antigua variante del fútbol que consistía en patear una pelota para embocarla en una red, y que tenían permitido jugar tanto hombres como mujeres. En el caso de Europa, hay evidencias de que en el Siglo XII las mujeres practicaban todo tipo de deportes, especialmente en Francia y en Escocia. En 1894, la activista por los derechos de la mujer Nettie Honeyball publicó en un periódico inglés un anuncio con una búsqueda abierta de mujeres que quisieran jugar fútbol. Así formó el primer equipo femenino del que haya registro, el British Ladies’ Football Club. Proveniente de un hogar de clase media, Honeyball contaba con una vasta red de contactos que le permitieron publicitar de manera exitosa el primer partido que disputaron, llegando a juntar cerca de 10.000 espectadores. El North, capitaneado por ella, venció por 7 a 1 al South.
El protagonismo de las mujeres en el campo de juego no fue bien recibido por las autoridades de la Federación Inglesa, la comisión directiva interpretó este avance como un peligro para el predominio del fútbol masculino. Y se reflejó en el periodismo. Bristol Mercury publicó ese día que las mujeres "no saben y nunca sabrán jugar al fútbol", mientras que Daily Post fue todavía más contundente y violento: "Nosotros, por nuestra parte, nos alegramos de que las mujeres no sepan jugar al fútbol. Y aunque fueran capaces de ello, este deporte siempre será inapropiado para su sexo". En 1902, se prohibió a todos los miembros de la FA apoyar la existencia o disputar partidos contra equipos femeninos.
Irónicamente, durante la Primera Guerra Mundial se mostró un gran avance femenino en las canchas de fútbol de Inglaterra. Debido a la demanda de hombres en el campo de batalla, la mujer ocupó espacios en el mercado de trabajo para reemplazarlos. Las mujeres, que por ese entonces no tenían permitido votar, eran empleadas en diferentes ramas de la industria. En ese contexto, comenzaron a jugar al fútbol en sus descansos. Así surgieron diversos equipos de fábricas. El más exitoso fue el Dick Kerr’s Ladies de Preston, surgido a finales de 1917 en la fábrica de armamentos.
Los partidos de fútbol femenino se fueron convirtiendo poco a poco en eventos extremadamente populares. Por ejemplo, un juego entre Dick Kerr Ladies y Newcastle United Ladies disputado en 1919 en St. James’s Park reunió a unas 35.000 personas y recaudó cerca de 1.200 libras para organizaciones benéficas locales de guerra. A pesar de ésto, la FA se rehusaba a reconocerlas. Por este motivo, las mujeres aficionadas decidieron crear la English Ladies Football Association.
Pero una vez que la guerra terminó y los hombres retomaron sus empleos, las mujeres, en general, volvieron a la vida doméstica, y el futbol femenino fue desapareciendo. Recién en 1971, cincuenta años más tarde, la FA permitió que en los estadios de sus clubes miembros se disputaran partidos de mujeres. Ese mismo año, la Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA) recomendó a los organismos nacionales que la componían, tomar el control del fútbol femenino. Esta decisión marcó su renacer. Desde ese momento hasta el presente, las mujeres se han ido involucrando cada vez más en este deporte, llegando a ser profesionales en épocas recientes,
Esta rápida expansión del deporte a lo largo y a lo ancho del globo llevó a la realización del primer Mundial de Fútbol Femenino oficial, en China, en 1991. Hasta hoy se han realizado ocho Mundiales, de los cuales cuatro fueron ganados por Estados Unidos, dos por Alemania, uno por Noruega y uno por Japón. El próximo será en 2023 en Australia y Nueva Zelanda. Según la FIFA, se estima que alrededor de 35 millones de mujeres juegan fútbol en distintas federaciones.
El 13 de octubre de 1923 se disputó en Argentina el primer partido femenino de fútbol del que se tiene registro. La antigua cancha de Boca fue durante 90 minutos el campo de juego en el que se enfrentaron dos equipos: Argentinas vs. Cosmopolitas. Periódicos como La Vanguardia y Crítica dedicaron mucho espacio a lo sucedido en aquel encuentro, al que asistieron cerca de 6 mil personas. Lamentablemente, el registro de la actividad en nuestro país posee un hueco de treinta años. La tapa de la revista Goles, una alternativa económica a la dominante El Gráfico, del año 1959, adelanta una nota titulada "Juegan, discuten y se van a las manos como los hombres". En la misma se relataba un encuentro disputado en la cancha del Club Atlético Tigre y los disturbios que se habían tenido lugar en el mismo.
Un año más tarde, la cancha de la Asociación Atlética Estudiantes recibió una notable asistencia de hinchas que se reunieron para alentar durante 90 minutos a Tigre y al Centro Cultural Alberdi. La celebración de este partido logró recaudar alrededor de 300.000 pesos, suma significativamente más importante que la conseguida ese mismo día en el partido de fútbol masculino en el que se midieron Atenas e Instituto de Córdoba. Si bien el fútbol femenino aumentaba su popularidad, a principios de 1970 pocas instituciones de la Ciudad de Buenos Aires contaban con una división femenina (Club Atlético Piraña, Excursionistas, Universitario, All Boys, entre otros).
En 1986 se creó la Asociación Argentina de Fútbol Femenino, independiente de la AFA, que contaba con el madrinazgo de honor de Doña Tota, la mamá de Diego Armando Maradona. Organizaba torneos locales llamados "Femigol", de los cuales Yupanqui fue el gran dominador hasta el 26 de octubre de 1991, cuando AFA organizó el primer Campeonato de Fútbol Femenino, integrado por 8 equipos: Boca Juniors, Excursionistas, Independiente, Yupanqui, Deportivo Español, Deportivo Laferrere, Sacachispas y River Plate. Recientemente, en marzo de 2019, fue la propia "AFA" quien anunció la creación de una nueva liga profesional. El Campeonato de Fútbol Femenino de Primera División A es hoy la máxima competición en Argentina. Y hasta tiene una segunda categoría. El campeón clasifica a la Copa Libertadores Femenina. Los equipos que participan son únicamente de la ciudad de Buenos Aires, La Plata, el Conurbano bonaerense y Rosario. Sin embargo, este no es el único torneo de fútbol femenino que se desarrolla en Argentina, sino que en las distintas ligas regionales existen otros torneos locales. El último campeón es Boca, quien además es el que tiene más títulos oficiales, 24, aunque el gran equipo de estos años es el Club Deportivo UAI Urquiza de Villa Lynch, Buenos Aires
"El fútbol es una patria más intensa que la patria misma, espeja nuestro exitismo y fracasismo, nuestra violencia, las supersticiones camufladas de religión, el racismo de cada día y tanto más. Esa patria, desde siempre, fue monopolizada por los hombres", escribe Rodolfo Braceli en su libro Perfume de gol. Y es así aún hoy, al menos por esta tierra donde al fútbol femenino le sigue costando demasiado dar cada paso.