"Es fundamental contar con las dos miradas, tanto del hombre como de la mujer"

Detallista, exigente y a la vez, cálida y siempre con una sonrisa. Así es Norma Bessone, quien luego de muchos años de intensa labor se ha convertido en 2020 en la primera mujer que ocupa la presidencia de una institución emblemática, como es la Sociedad Rural de Rafaela y que actualmente ya tiene 114 años de existencia en la ciudad. Sin dudas, una entidad que ha atravesado momentos muy complejos a lo largo de la historia, pero que, tal como los hombres y las mujeres de la pampa gringa, ha sabido sobreponerse a las situaciones difíciles. 
Norma ha nacido y crecido en el campo. Una mujer agropecuaria con todas las letras que, además, es docente. "Una vocación que es un modo de vida", dice. 
Hoy no solo lidera un equipo de trabajo, sino que representa a un importante sector de la sociedad rafaelina y de la región. "Tener a cargo la representatividad de un sector tan importante como es el agropecuario, fue la decisión de un equipo que integro desde hace tiempo. Hubo un largo camino de trabajo compartido y, pienso, todas esas variables influyeron mucho para que hoy me encuentre en este lugar".

El desafío de la mirada en común

"Mi gran deseo es poder representar de forma idónea la voluntad de quienes decidieron que ocupe este lugar. El sector agropecuario está pasando por una situación muy compleja, algunas producto de situaciones históricas, otras en cuanto a políticas públicas inadecuadas, a veces por razones climáticas y otras producto de la pandemia. Mi primer año de gestión coincide con la pandemia. Hay mucha incertidumbre. Pero creo que cuando se trata de tener escucha, de tratar de poder codificar las demandas interactuando junto a otros lo que uno recibe, formular propuestas y tratar de consensuar esas propuestas, ayuda mucho para ir avanzando en una metodología de trabajo que trato de hacerlo de la forma más eficiente posible", manifestó Norma Bessone. 
Ciertamente, los tiempos actuales exigen flexibilidad y adaptación. Y la Sociedad Rural ha sabido reconvertirse frente a los cambios. En este sentido, para Bessone un gran desafío es trabajar en relación con otras instituciones. "El campo ha crecido mucho en todos estos tiempos. Los avances de la tecnología son asombrosos y hay grandes modificaciones en el hoy que estamos atravesando. Hay un antes y un mientras la pandemia. La clave está en nuestros debates con mirada prospectiva". Desde Sociedad Rural apuntamos a un trabajo muy fuerte con los jóvenes a fin de ofrecerles posibilidades y herramientas, más allá de que ésta sea una coyuntura particularmente complicada para muchos de ellos. 
"El trabajo con las instituciones es muy importante. Uno de mis desafíos en este rol es poder llegar a los jóvenes, tener diferentes miradas de referentes en cuanto a lo que es el desafío tecnológico que se viene". 
Sin lugar a dudas, Norma Bessone le imprime su sello personal a tan importante institución, lo cual no está disociado a su rol como mujer. "No puedo decir que se me ha subestimado por ser mujer. A lo mejor es cuestión de personalidad, de empatía con los integrantes del equipo, pero nunca tuve problemas de relación con los pares. Además del grupo GAMA también hay mujeres dentro de la comisión directiva, pero el tema de la diferenciación no lo sentí nunca. Yo creo que es fundamental contar con las dos miradas. Porque la mirada femenina complementa la masculina e inversa. Y entre las dos miradas lograremos los proyectos más sustentables para llevar adelante", reflexionó. 

Grupo de Ayuda a Mujeres Agropecuarias- GAMA-

El 26 de mayo del año 1995, cinco mujeres que estaban a cargo de la gestión de sus campos fueron convocadas por una empresa láctea local para participar en una jornada formativa. Sus propias características personales, su naturaleza luchadora y su empuje hicieron que en poco tiempo pudieran concretar una idea que daría respuesta a una de las necesidades más grandes del sector y al tiempo marcarían un camino a seguir por otras mujeres: la capacitación como medio, la adquisición de conocimientos para lograr controlar el entorno. 
Norma Bessone ha transitado por este espacio que fue y es de gran ayuda para las mujeres del sector. "He presidido GAMA durante un par de años, que coincidió con toda la crisis del Campo. Hace 25 años atrás este grupo de mujeres tuvo el gran desafío de comenzar con capacitaciones y experiencias directas para mejorar la producción agropecuaria. Esa tarea fue sumamente valorable. Y que ese grupo de mujeres permanezca, quizá no con las mismas necesidades de ese momento, pero llevando a cabo otras tareas que también son necesarias para las mujeres vinculadas al campo, me hace sentir orgullosa". 
"En aquel momento el campo era una actividad esencialmente masculina, la mujer no participaba de las decisiones. Cuando de pronto por circunstancias de la vida, le tocó a la mujer tomar las riendas, el grupo GAMA ha sido un referente muy importante".