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Malcolm

Ganador de unas 500 Millas.

Deportes - Historias del Automovilismo 05/01/2022 Redacción web Redacción web
MALCOM       3

Por Jorge Ternengo. Malcolm fue una figura apreciada en el automovilismo argentino, aunque su actividad deportiva tuvo también un barniz internacional. Activo y dinámico, era de esa clase de hombres que acometen con gusto arduas empresas para mostrar a los demás, o a sí mismo, lo que es capaz de hacer con su empeño y con sus facultades. También es cierto que la fortuna familiar le allanó muchos caminos.
Su origen es confuso, aunque no por falta de información, que es lo habitual. Al contrario, en este caso sobran datos, pero son contradictorios. En el obituario aparecido en una prestigiosa revista del motor se dice que nació en Owan (Escocia) y empezó a competir muy pronto en motociclismo (con Harley-Davidson); así que, cuando emigró a Argentina, aún adolescente, ya podía presumir de varios trofeos y algún campeonato.
Sin embargo, en una página web bien documentada se afirma que nació en Escocia y que emigró a Argentina con su familia en 1900, cuando tenía dos años de edad. Otra fuente insiste en este dato, añadiendo que fue reenviado enseguida a Gran Bretaña con sus tías, para retornar a Argentina adornado con aquellas supuestas credenciales. Es decir, que este polifacético piloto era de remoto origen escocés por parte de padre (y seguramente español por parte de madre), pero nació en Argentina, siendo conocido con los apodos incompatibles de El Gaucho Escocés y El Inglés.
Los Mercedes Benz 680S negros que Malcolm había llevado a Argentina en 1928 y con el que compitió en el Circuito de Cremona 1929 y en el 12 de enero de 1920 en la carrera Standard de Chivilcoyn el II Gran Premio Provincia de Buenos Aires 1929 (abandonó en ambas), y ganó en Chivilcoy 1930. En el Gran Premio Nacional 1930 también abandonó.
Lo vemos después con el copiloto haciéndole confidencias en pleno Circuito Primavera 1930, a bordo de su Maserati Tipo 26B nº 8 con el que se clasificó 3º, tras Zatuszek y Carú. Con este auto volcó en la Costanera Carrasco (Montevideo) 1932, y en julio del mismo año fue 2º en una manga del Gran Premio Ciudad de Buenos Aires (Costanera Sur), ganó otra y fichó 2º en la final, tras Bucci.
Por último, y de nuevo con el Maserati Tipo 26B, en las 500 Millas Argentinas 1935, donde tampoco tuvo suerte. Su última carrera en Argentina tendría lugar en 1948, y en ella utilizó un REO. Pero todo eso quedaba ya muy lejos en 1970, cuando Malcolm viajaba de su residencia de Chapadmalal hacia Buenos Aires y averió su auto. Al apearse del mismo fue atropellado por otro vehículo, falleciendo poco después, el jueves 8 de octubre
Como su padre, Juan Augusto ejercería de estanciero agropecuario, emprendiendo además otros negocios. Pero no perdió oportunidad de competir en su deporte favorito, al tiempo que efectuaba incursiones en la política (como Diputado Provincial). Su padre, experto en caballos pura sangre, también había ejercido cargos públicos, siendo Intendente hasta 1903.
Aún adolescente, comenzó a competir en Argentina con un Dodge Urban 4 cilindros de categoría Fuerza Libre, aunque él afirmaba que en 1918 emigró a Europa y trabajó durante cinco años para la Bugatti. Según esto, en ese tiempo compraría un Bugatti racer (debía ser un Type 13) para competir en diversas pruebas no identificadas. Pero por entonces también residía en Argentina, porque en 1921 se casó en Buenos Aires y disputó carreras allí con un Hudson La Petisa, que había sido de Macoco de Álzaga y de Pedro Malgor, y con el que obtuvo su primera victoria automovilista el 24 de diciembre de 1922: la III Copa América, en Morón, ante Serra Lima (con Hudson Millera) y Ernanno Blanchiardi, quien manejaba el famoso Chandler Curtiss que luego pasaría a poder de Malcolm.
El Chandler con el que compitió Ernanno Blanchiardi desde 1922 era este ejemplar, motorizado por Blanchiardi con el conocido Curtiss OX-5, un V8 de 8,2 l y 90/115 HP a 1.200 R/mn, que había nacido mucho tiempo atrás para equipar aviones Curtiss y de otras marcas (aunque también animó automóviles de turismo, como el Phianna, el Winton o el Prado Motors).
Blanchiardi ganó dos pruebas con él (desprovisto de faros y guardabarros, 1.500 Kg, 150 Km/h) y en 1924 se lo vendió a Malcolm, quien ese mismo año ganó con el Chandler Curtiss tres carreras en cuatro salidas (el Premio Otoño a 89,93 Km/h, el VI Circuito Castellanos y el III Circuito Primavera). Luego, cuando ya no resultaba competitivo, lo guardó, sustituyéndolo por un Delage 2LCV y un Alfa Romeo RL.
También poseyó otros Hudson antes de que le prestaran o alquilaran un Delage 2LCV V12 Grand Prix de 1924 para disputar las II 500 Millas Argentinas de Rafaela 1927 (el 22 de mayo). Haciendo gala de un sorprendente dominio en el manejo de un racer con el que apenas había entrenado, Malcolm se impuso en la dura prueba llevando a Ricardo Nasi de copiloto y batiendo en 20 Km/h el record anterior de Riganti (de 126,9 Km/h lo pasó a 147,0 Km/h). Encarga luego otro 2LCV de 1925 (sobrealimentado), que le cuesta 10.000 pesos argentinos y con el que queda 3º en el II Gran Premio Provincia de Santa Fe 1927 (tras el Hudson de Mingo Bucci y el Bugatti de Jorge Perín), 2º en el Campeonato de Velocidad de San Martín (tras el Bugatti de Eric Forrest Greene) y 2º en el Premio de Otoño 1928 (tras Forrest Greene). Malcolm también utilizó un Alfa Romeo RLS esos años (y, quizá, un Fiat).
El V12 del Delage 2LCV era una maravilla mecánica, pero mejoró aún cuando el ingeniero Planchon fue reemplazado por el joven Albert Lory, quien optimizó la lubricación de la máquina hasta conseguir que girara por encima de las ocho mil revoluciones por minuto (algo extraordinario entonces, y aún ahora en los motores de serie). El inquieto Lory lo sobrealimentó con dos compresores Roots para la temporada 1925, con lo que ganaba 90 HP, nada menos.
Y para el cambio de cilindrada máxima a litro y medio en 1926 (con objeto de igualarla al reglamento de las 500 Millas de Indianápolis), Lory diseñaría un ocho en línea de nueva planta (170 HP a 8.000 R/mn)
De nuevo en Europa, en 1928 se hace Malcolm con dos Mercedes Benz nuevos que compra en París: un SSK y un 680S. (Este último lo adquiere el 23 de noviembre de 1928, pagando por él 30.000 marcos alemanes.) Y con ellos vuelve a competir en Argentina. Según los mitos de su currículo que fomentaba él mismo, con ese SSK, o con otro, terminará 2º del SSK de Caracciola en el Gran Premio de Monza 1930 para automóviles de sport el 7 de septiembre (en realidad, el 2º en aquella prueba fue Rudy Carach, tras el Maserati V4 4,0 l de Ernesto Maserati); además, Juan Augusto afirmaba que se clasificó 3º en el Circuito de Cremona y 2º en el Gran Premio de Austria, mientras que en NürburgRing tuvo que abandonar tras marchar en cabeza. Juan Augusto Malcolm, hacia 1928, año en el que adquirió los Mercedes-Benz.
En 1929 también compró un Maserati Tipo 26B. Aparecido en 1927, el Tipo 26B era un biposto de 8 cilindros en línea, 62 mm x 82 mm = 1.980 cm3 + compresor, DOHC, 5,6:1, 155 HP a 5.300 R/mn, con un peso de 720 Kg, 180 ~ 210 Km/h.
Casi cuarenta años después, Malcolm declaró que había trabajado tres años con los hermanos Maserati y que les había comprado no una sino tres unidades del Tipo 26B; otra de sus exageraciones.
Más tarde decide probar en la edición 1931 de la ya mítica 500 Millas de Indianápolis, para lo cual, tras dudar entre Miller y Duesenberg, acaba comprando un Duesy con el que se estrella en las prácticas. Al menos, eso contaba él. Otra fuente dice que volvió a la Indy 500 en 1932 para ser acompañante de Ted Horn (1910-1948) en un Studebaker –pero Horn no debutó en Indianápolis hasta 1935, se retiró en la vuelta 132ª con una ballesta rota (clasificado 20º), y en 1933 se estrelló en la vuelta 121ª (28º). El caso es que sobre el Juan Augusto Malcolm automovilista, este personaje esforzado, ambicioso y fabulador, continúan cerniéndose dudas, informaciones confusas y datos que no encajan, situados entre la leyenda y la Historia. (Pero lo cierto es que Juan Augusto Malcolm no fue Malcolm Fox; en la obra de Richie Jenkins se identifica a este último como un piloto norteamericano nacido en Westsville en 1906 y fallecido en San Francisco en 1968). En 1934 se presentó Malcolm en el II Grande Prémio do Río de Janeiro, en La Gávea; llevaba un Fiat con el que abandonó.
Además de los vistos hasta ahora, Malcolm condujo también otros Dupont, Stutz, Maserati, Bentley, REO Royale, Vanguard, Jaguar, BMW... En total, casi 700 carreras llenan su hoja de servicios. En Argentina participó en 24 Grandes Premios Nacionales de Carretera; y en Australia y Nueva Zelanda también se le vería, al volante de un Jaguar, disputar la victoria a pilotos tan sólidos como Reg Parnell (1911-1964).
El  Mercedes Benz 680S negro que MALCOLM había llevado a Argentina en 1928 y con el que compitió en el Circuito de Cremona 1929 y el 12 de enero de 1920 en la carrera Standard de Chivilcoyn el II Gran Premio Provincia de Buenos Aires 1929 (abandonó en ambas), y ganó en Chivilcoy 1930. En el Gran Premio Nacional 1930 también abandonó.
A bordo de su Maserati Tipo 26B nº 8 con el que se clasificó 3º, tras Zatuszek y Carú. Con este auto volcó en la Costanera Carrasco (Montevideo) 1932, y en Julio del mismo año fue 2º en una manga del Gran Premio Ciudad de Buenos Aires (Costanera Sur), ganó otra y fichó 2º en la final, tras Bucci.
Por último, y de nuevo con el Maserati Tipo 26B, en las 500 Millas Argentinas 1935, donde tampoco tuvo suerte.
Su última carrera en Argentina tendría lugar en 1948, y en ella utilizó un REO. Pero todo eso quedaba ya muy lejos en 1970, cuando Malcolm viajaba de su residencia de Chapadmalal hacia Buenos Aires y averió su auto. Al apearse del mismo fue atropellado por otro vehículo, falleciendo poco después, el jueves 8 de octubre en forma trágica terminó su carrera un piloto multifacético que disputó todo tipo de autos en más de cien carreras.

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