«En un proceso inflacionario no hay productos que no aumenten»

Antes de la contundente derrota electoral del Gobierno, la antecesora de Feletti en la secretaría de Comercio Interior, Paula Español, planteaba la necesidad de intervenir de manera sistemática en el sector agropecuario. Sus fundamentos, ya conocidos por «todos», desprestigiaron la figura política en su cargo y debió renunciar luego de las PASO.
Sin embargo, su sucesor al cargo del organismo, el ex-secretario de Economía y Hacienda del partido de La Matanza, Roberto Feletti, acaba de tomar una postura similar. Dice que es «fundamental» desacoplar los precios internacionales con intervención en un mercado de la carne muy atomizado» y posible «aumento de retenciones» a los granos.

Con esa afirmación, claramente el Gobierno indica no haber comprendido lo que el pueblo le reclamó en la última contienda electoral. Incluso el propio ministro de Agricultura, Julián Dominguez, lo enfrenta con un ya conocido quiebre interno en el Frente de Todos. «El productor no es formador de precios en la Argentina, y el Gobierno no está para provocar la debilidad del sector más débil de la cadena», dijo, diferenciándose con Feletti.
La incertidumbre en el campo pasa por un contexto de incredulidad. Quién de los dos funcionarios está actuando a favor del Gobierno. Quién tiene más poder. O será que sus discursos están teñidos con cierta intención política para confundir aún más al sector agroexportador.

«No vamos a aceptar la intervención»
El campo volvió a reaccionar ante la confusión generalizada del «doble discurso». Los dos mensajes contrapuestos que siguen sembrando incertidumbre entre los productores pone en alerta al campo que busca la explicación coherente y certera que reclama desde el comienzo de la gestión de Albero Fernández.
«La inflación es el aumento generalizado y continuo de precios e incorpora a todos los productos de la alimentación. No somos los productores los que generamos este flagelo económico», aclara con razón el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Horacio Salaverri.

El dirigente, quien además es contador público, insiste en la necesidad de atacar el proceso inflacionario para bajar los precios y no enfrentar a cada uno de los sectores de la economía. «No podemos aceptar más intervención por parte del Estado. No tiene sentido», se queja Salaverri.

«Retenciones no es sinónimo de solución»
Desde Carbap, aseguran una vez más que la capacidad impositiva del campo está agotada y que las retenciones a las exportaciones nunca sirvieron para morigerar los precios internos y desacoplarnos de los precios internacionales. «No es otra cosa que una mera caja de recaudación adicional del Estado», asegura Salaverri.
Dice además que «si se piensa en algún tipo de fideicomiso, utilizando un incremento de retenciones para poder menguar los precios de los alimentos internos primero tienen que ver los excesivos impuestos que esos productos tienen».

En ese sentido, explicó que en el caso de la carne, «el 30% del valor es determinado por impuestos que impone el Gobierno». Es que claramente, el Estado debe «revisar» la presión tributaria que ejerce sobre la cadena, antes de intervenir sobre sus eslabones con más impuestos.
«Dentro de la cadena de las carnes las retenciones son del 9% y superan los 240 millones de dólares. Allí el Estado tiene un fondo totalmente considerable como para poder morigerar los precios sin tocar nuevamente las retenciones», concluyó el entrevistado. El Abc Rural.