Falocracia

En esta nueva crónica, “Chica de la vida”, Ceja nos sorprende por su audacia al tratar temas tan intrincados.
La Falocracia, dominio del hombre en la vida pública, es el tópico sobresaliente del relato.
Aunque aclara que es ficcional, por los conocimientos propios aportados por mi familia paterna, antaño residente del barrio, me atrevo a decir que algo o mucho de lo relatado contiene varias aristas de realidad.
En mi mente me imagino a Juan Carlos desplazando su pluma con dificultad, sobre un inmaculado papel blanco que se va opacando a medida que surgen las palabras.
Cada una tiene significado propio, varias de ellas nos muestran un escenario complejo, duro, a veces deslucido, que trataré de resignificar.
Dice nuestro autor “…descubrimos pronto que nada atemoriza tanto ni es tan terrible nunca, que no pueda ser contado…”
Creo firmemente en esta idea, por lo tanto, y aunque sean temas aún herméticos para muchos, podemos hablar de la infidelidad, presentada en este relato, como un amor turbulento y cautivante, y de la prostitución, que, con algunos cambios, aún existe.
El Cara de Tomate, comisario en Villa Dominga, ejercía el poder que ese cargo le otorgaba en aquellos tiempos, en varios asuntos del barrio y en el uso de las mujeres.
Me refiero a la cosificación de las mujeres, para él eran un objeto para su satisfacción sexual y confirmación de su virilidad. No quiso escuchar o no pudo, que su relación con la Mari Allemán habían tenido sus consecuencias y ella en su fascinación por ese hombre, fue tan complaciente, que nunca consideró la posibilidad de que otro padre criara a su hijo.
“…La figura milica era bien machaza”…y parecía ser su única habilidad para la conquista fugaz y prepotente de cualquier joven que despertara su interés.
El machismo en el barrio era fundamental para sobrevivir y sostener su poder, así como para justificar sus actos de corrupción.
Su alternancia en los prostíbulos que controlaba era un acto más de su falocracia, que ejercía como pavo real cuando despliega sus brillantes e hipnóticas plumas. El poder suele ser atractivo y lujurioso.
“…la coloradita del cuarto del final del pasillo, natural de 17 años…” sólo fue una víctima más de la organización prostibularia.
Este tema estigmatizó durante décadas a La Feria, quiero pensar que superamos esa etapa, aunque la actividad nocturna de la calle Lavalle, desde Agustín Álvarez al norte, me impide negar la situación.
Como todos, el Cara de Tomate habrá tenido su historia personal que forjó esas características de su comportamiento. La Nona Tracalussi alertó sobre la situación, igual que la vieja Lidia, Madame del lugar. Sólo se observaba, nadie intervenía.
Pero quién hubiera podido hacer algo si la autoridad estaba comprometida en este devenir del barrio.
El comportamiento del protagonista y la vida de las chicas en los prostíbulos fueron naturalizados en el barrio.
Un día, ya terminando mi infancia, salimos con mi abuelo a hacer los mandados que la abuela Rosa había ordenado, en un momento se paró frente a una casa muy antigua y húmeda, con altas ventanas con hermosas rejas forjadas en hierro y me dijo…”esto era un quilombo, de un lado las criollas y del otro las francesas…”
Estábamos sobre Avenida Brasil, en la primera cuadra al este del Castillo de Foti, cerca del bosquecito, abandonado y medio tenebroso como toda la cuadra, donde hoy está el sindicato municipal.
Lo escuché atentamente y no dije nada, el hombre era de pocas palabras y yo estaba agradecida porque había roto el silencio de las cuadras recorridas. Mientras seguíamos nuestro camino, pensaba en mi ingenuidad, pobres mujeres, además de vivir en una casa fea, discutían entre ellas. Esa era mi idea de la palabra Quilombo.
Cuando se lo conté a mi hermano, un poco mayor que yo, me explicó el verdadero significado de la palabra. En ese momento decidí no preguntar, no entender y no registrar el hecho. Era demasiado oscuro para mí.
Lo mismo puede sucederle a usted con el final de la crónica, al dejarnos ese sentimiento de agobio e impotencia, podemos optar por negarnos a creer que existió un sometimiento tan brutal para muchas jóvenes.