Insaciable: Alerta por cepa Perotti

Por Bryan J. Mayer. Todo lo que leerá será en tono de paralelismo irónico con la pandemia que nos azota. O no tan irónico. La “Cepa Perotti” es una especie de virus sintético desarrollado en Casa Rosada que busca poner a prueba al paciente cero y medir cuántas veces pueden dejarlo en ridículo hasta que reaccione y cómo son esas repercusiones. Un ejemplo de ello encontramos en la última semana: mientras Alberto Fernández le imponía a Omar Perotti que restrinja la provincia de Santa Fe con medidas que durarían apenas alrededor de un día (Porque luego el Presidente decretó medidas federales que se superponían con las del gobernador santafesino), el “Gigante” tuiteaba en contra de la limitación en las exportaciones de la carne. Fue la primera vez que el mandatario de nuestra provincia levanta la voz (Más bien, que ordena a su community manager que escriba con algo de elocuencia) ante los anuncios nacionales. Pero rápidamente volvió a caer en los efectos de la virulencia y adhirió al 100% del DNU firmado por el Presidente. Pero este contrapunto de Perotti no deja de ser loable ya que nunca había hecho algo similar contra el Poder de turno: ni con el Banco Santa Fe y su privatización; la recordada Resolución 125 contra el agro; la expropiación de Vicentín; la desatención de la administración central al drama de los biocombustibles;  contra los aumentos en pandemia; ni contra ninguna de las determinaciones que golpearon feo a los santafesinos mientras él ocupó un rol u otro en la política. El problema radica en que la carga genética de la “Cepa Perotti”, con genes menemistas, kirchneristas y con ciertos rasgos macristas entorno al 2018, busca ser transmitida a otros dirigentes, que reaccionan de múltiples maneras ante ese intento y padecen – en correspondiente consecuencia –  la carga viral perottista en sus propias vidas políticas.

Es cierto – y a vista de todos – que el blindaje mediático rafaelino se ha incrementado en los últimos años ante los errores no forzados del kirchnerismo local y las insólitas órdenes de Omar Perotti: las bochornosas paritarias docentes al inicio de gestión; los cierres infundados de actividades durante la pandemia  en sectores fundidos por la situación; la defensa de un Ministro de Seguridad impresentable como Marcelo Saín y la interna generada con el parlamento provincial (Incluso con sus propios Senadores). Sin perjuicio de ese cuidado, potenciado desde nuevos portales digitales informativos o flamantes administraciones en varios medios de comunicación noticiosos (O militantes, según la adjetivación que el lector desee aplicar a cada caso), la ciudadanía está harta y exige resultados que desinflen la crisis sanitaria y potencien el caudal económico de sus bolsillos.

Mientras El Gigante hace de las suyas, algunos “Contagiados” por el vínculo partidario buscan salir ilesos de su incomprensible actitud al mando de Santa Fe (Ya que ni siquiera logran justificarla con fines electorales de cara al 2023, ante la imposibilidad de aspirar a su soñado sillón de Rivadavia y una difícil reelección) mientras otros se alinean completamente, mostrando los peores rasgos de la cepa. En el primer caso podemos encontrar a Luis Castellano, que quizá sea la peor víctima de la variante “OP”. El intendente rafaelino hasta tuvo que afrontar últimamente una movilización que pedía su renuncia, tras adherirse a los decretos provinciales que – por ejemplo – ni siquiera dejan utilizar el auto para ir hasta el supermercado. El enojo de los vecinos también radica en que  se destina una fortuna a la recuperación de la Recova Ripamonti (Una problemática totalmente rezagada), cuyos fondos destinados son ampliamente superiores a los necesarios para revertir la crítica situación de las UTI; de los respiradores o las demoras para avanzar en el nuevo hospital. La justificación de dicha erogación solamente puede entenderse en lenguaje electoral. Si de movilizaciones se trata, no hay que olvidar que apenas comenzó la gestión Perotti, Castellano vio sobre las calles rafaelinas la mayor manifestación de la historia, con unas 15 mil almas rogando seguridad, mientras el entonces Ministro de Seguridad – Marcelo Saín – jugaba a Los Vengadores disfrazado de Capitán América. En la intimidad, muchos saben que “Luis” ni siquiera quería ser candidato en las últimas elecciones por el ejecutivo local, pero que su entrega al PJ y ante las presiones de “Omar” no tuvo alternativa ante una inminente derrota electoral en 2019. Allí radica principalmente la bronca del mandatario local, que todavía no logra digerir no solamente los continuos y tradicionales desplantes de Perotti; ni tampoco por qué tiene que lidiar con los efectos adversos – por ejemplo – de Concejales que recrean nuevos frentes de conflicto  innecesarios. Situación parecida atraviesa el Senador Alcides Calvo – aunque con mayor tranquilidad por su buena relación con presidentes las comunas sin distinción de partidos – que busca amortiguar los efectos de la pandemia de desaciertos del Gobernador con los distintos jefes comunales en el Departamento Castellanos y teme las consecuencias que pueda tener en las próximas elecciones si – de una vez – la oposición logra presentar un candidato que, al menos, le llegue a los talones. Calvo también tiene que dar respuestas de los caprichos de cuadros políticos menores, que generan miedo en todos los dirigentes de la cuenca láctea que nos rodea por las eventuales repercusiones en sus localidades.

Mientras Castellano y Calvo buscan despegarse de los síntomas que genera la insaciable “Cepa Perotti”, notamos en el anterior párrafo un ejemplo de lo que mencionamos en el comienzo. Omar fue al “Súper”, como cualquier vecino, caminando y regresó a su hogar. Pero ante la viralización de un video que lo acusaba falsamente de incumplir sus propias normas, los medios afines a su administración (Y a la pauta estatal) rápidamente salieron a respaldarlo y a apuntalar al vecino involucrado. El Gobernador, por su parte, hizo lo que ya acostumbra ante acusaciones de opositores o periodistas: lo denunció ante la Justicia. Un Poder que sorprendentemente tuvo acceso rápidamente a las cámaras de la zona, detuvo al viral agresor y secuestró su celular. Un procedimiento y una velocidad que muchos vecinos (Realmente de a pie) envidian cuando sufren la inseguridad que la gestión provincial no logra calmar. 

En simultáneo con toda la realidad descrita, otros funcionarios manifiestan los peores rasgos de la cepa. Roberto Mirabella, por su parte, ya sintió el gustito de la banca en el Senado de la Nación (Que nos cuesta más de 50 millones de pesos anuales para él y su treintena de asesores) que genera proyectos que caen en saco roto o con poco impacto para amenizar las problemáticas de los argentinos. Por eso, la eterna sombra suplente de El Gigante, ya aparece en varias publicidades en redes sociales pero alimentando su campaña atribuyéndose “Logros” de la gestión ejecutiva provincial para fundamentar su eventual candidatura en los próximos meses, como el boleto educativo gratuito que ya lleva varios años de existencia. Brenda Vimo, buscando lo propio en el Concejo Municipal local, les genera fiebre a propios y ajenos (Como citamos los casos Castellano y Calvo) con sus ocurrencias o declaraciones. No solamente propone (O copia) proyectos contra los productores agropecuarios para después no presenciar las demostraciones que estos llevan a cabo para fidelizar sus argumentos, sino que también declara públicamente contra el Intendente y su gabinete (El mismo que integró alguna vez), mientras el diálogo con la esfera del oficialismo rafaelino está casi cerrado; contrario a lo que ocurre con el resto del bloque justicialista, que parece haber recibido placebo y no define posición en la grieta interna ante la “Cepa OP”, que genera estragos en toda la comunidad santafesina pero también puertas adentro de su partido y en aquellos dirigentes que lamentan el apoyo que le brindaron para aferrarse en sus puestos. Las semanas venideras serán claves para los políticos mencionados, que deberán sentar posición de cara al cierre de listas. También para la población, que resolverá qué actitud tomar ante el avance de las desacertadas decisiones de Omar Perotti como Gobernador de Santa Fe y una pandemia que no cesa.