CNN Radio Rafaela

Dónde fue que el Campo se separó de la Ciudad

En los 70” ibas al campo y tal como era en mi caso, parabas a comprar la galleta, y algunas yerbas en el boliche del pueblo, me encantaba acompañar a mi Tío Tucho, o al Tío Gemin, porque ambos, después de una larga charla con el almacenero, me compraban un par de alpargatas, o alguna boina, u otra cosa para dejarme contento. Este es el inicio del punto, ir al campo me dejaba “Contento”

Agro 14/03/2021 Redacción Redacción
Campo 2

Por José María Cano. Poco a poco ya por los 80, luego de inundaciones y otras inclemencias climáticas, comenzabas a tener que emigrar del campo por falta de infraestructura en caminos, y como mis tíos siempre quisieron lo mejor para sus hijos, buscaban vivir en la ciudad para poder brindarle una buena educación (al menos eso pensaban).

Ya más entrado en los 90” sobre mediados a fines del mismo, se dio un resurgimiento del campo con una mirada más empresarial, la agricultura, la siembra directa (lideres mundiales), y más tarde los pools de siembra, marcaron un hito en el sector agropecuario, que de no ser por algunos despilfarros del estado, nos hubieran dejado en el crecimiento más alto de Sudamérica.

Hasta acá todo bien, pero donde crees que se separan? – creo en varios motivos, falta de infraestructura, asociadas a la ausencia de políticas de estado, nos quedamos sin caminos rurales, escuelas sin conectividad que puedan estar a la altura de los nuevos tiempos, mayor presión tributaria que exigen más renta, mayor tiempo de informes a los diferentes organismos generando la autogestión perjudicaron mucho al pequeño productor, que por falta de escala, le resulto más fácil alquilar, y así se popularizo el arrendamiento a los pools de siembras, transformándose en contratistas rurales, etc……………. y el tiempo? ……….. El tiempo que nos llevaba cada una de estas cosas……. Poco a poco nos robaron el tiempo.

La eficiencia que hubo que tener para alcanzar un renta razonable de todo el sector en su conjunto, hizo que tuviéramos que aumentar la escala, acelerar el tranco, y como decía el amigo Grillo Gramici “no tengo tiempo ni pa” enfermarme, ……. de morir, ni hablar” ja ja.

Poco a poco nos encontramos en los caminos rurales más camionetas dando vueltas, más ingenieros, más polvareda, y menos tiempo para el contacto cara a cara con aquel puestero olvidado, o comerciante de pueblo. Más de una vez, comento lo desaprovechado que esta la capacidad instalada, vale decir: cuando las vacas de un campo se comen la soja sembrada al lado de un puesto, Yo pregunto; nadie te aviso? Y el puestero? Sabes cómo se llama? Tenes su teléfono? Alguna vez paraste a ver si necesitaba algo de la ciudad? Más de una vez, la vorágine de la recorrida impide que este técnico pare a saludar o a establecer relación con aquellos que viven cerca de los lotes que debe recorrer, eso no le permite descansar en otros ojos, aquellos que seguramente si la relación fuese otra, lo llamarían ante tamaño problema…… – “Ingeniero venga urgente que le están comiendo la soja”

Ya no viene el tío con las verduras y los huevos del campo, ya cerro el almacén y me quede sin alpargatas, cada año debe ver cuánto más le puede sacar en quintales a la hectárea para financiar su costo de vida, el cual en más de un caso está por encima de sus posibilidades.

Por otro lado, vivimos más y con mejor confort, los alimentos procesados nos ganaron la mesa y nos alejaron de los olores y sabores, la educación de nuestros hijos y las charlas en la mesa se fueron alejando de la tierra, dejamos de contar el origen de un alimento sano, le dimos poco lugar a las historias reales, la tele y “el chico del chau chau chau”, nos hizo creer que el éxito está ligado únicamente al dinero, y a una estética ideal.

Dejamos de contar nuestra historia, por momentos no supimos bien de donde éramos, si de ciudad o campo, como es lógico al irnos a vivir a la ciudad nuestros chicos se llenaron de programas los fines de semana, y al estar nosotros también absorbidos por el asfalto y las mesas de café, nos fuimos quedando sin argumentos para invitarlos al origen de donde salen sus comodidades.

Pero se generó riqueza o no??? – se generó riqueza que por alguna u otra cuestión no se volcó a aquellos sitios de donde se generó, aumentando así las diferencias de confort entre campo y ciudad, bajamos la cantidad de cultivos, fuimos menos diversos, nos llevaron con desprestigio a aquel yuyito famoso que les dio de comer y le hizo ganar diversas elecciones, y nos comimos el amague. Quedamos atrapados sin saber explicar bien porque el campo es tan bueno como creemos, tal vez fue por contagio citadino. Como podría ser dañino una actividad que nace de la fotosíntesis?

Y ahora como seguimos? – creo que abriendo las puertas, asociándonos con cada almacenero en cada rincón de nuestros pueblos, ayudando a progresar a cada uno de nuestra gente, que el espejo sea ese mismo sitio donde otros quieran vivir, motivar al km 0 de los alimentos, valorizar cada plantación que tenemos como reservorio de biodiversidad, de naturaleza, de verdaderos sumideros de carbono. Abrir la puerta a locos pensamientos sobre la nueva ruralidad, y la transformación cultural que se nos viene,…………. y los más viejos como nosotros que hacemos? Cual sería nuestro rol? …… ja ja ja mirar escuchar, mirar olfatear, abrazar acompañar e imaginar que nuevamente están presentes aquellos dos grandes tíos que quise con los más profundo de mi corazón, Tucho y Gemin.

Lo más visto